Las fragancias son grandes aliadas de todo look. Especialmente, cuando se trata de indumentaria delicada y fina, se requiere de un aroma cómplice, complementario a este perfume.
Armani ha logrado descifrar el código de la fragancia elegante y lo ha traducido a múltiples propuestas sensitivas, siempre con el cuidado del ojo creativo de su magister Giorgio.
Algo que es innegable, es la exclusividad que reviste a las fragancias del majestuoso imperio Armani, un espacio dedicado a la expresión simple, de las complicadas combinaciones de especias y flores naturales que encierran en sus entrañas las pócimas del encanto. Armani ha trascendido las limitaciones físicas que los mismos imponen a la realidad, atrapando el néctar oculto en cada fruto de la naturaleza.
Pero el recorrido creativo no se estanca en esta situación, sino que prosigue su camino hacia la búsqueda de combinaciones glamorosas, de sensaciones agradables, excitantes de los cinco sentidos.
La magia y el ingenio puesto al servicio de la cosmética, no se limita a las inquietudes femeninas, sino que se han dado paso lentamente al mundo masculino, con grandes éxitos coleccionados al compás de las propuestas.
Un concepto claro de elegancia, distinción y particularidad, que se despliega como una mariposa en pleno vuelo, regalando fragancias y color a su paso.
Giorgio Armani es un emblema al servicio del glamur y la estética universal, con detalles de elegancia elevadas a la máxima expresión, grabadas a fuego en cada una de esas propuestas que se han dado a llamar Emporio Armani.
Fuente: mundo mujer