Llevo varios días pensando si escribir o no sobre la Operación Galgo, y es que todavía sigo en estado de Shock con lo que ha ocurrido en el deporte español, entre otras cosas porque se me han caído muchos mitos, en especial, la atleta española Marta Domínguez, que para muchos es un ejemplo a seguir.
Como ya ocurriera hace unos años con la Operación Puerto, parece que el deporte español está manchado de sangre, pero sangre dopada, y por desgracia, vuelve a la palestra otro nombre ilustre, como es Eufemiano Fuentes, que sigo sin saber como puede practicar la medicina cuando se demostró que estaba detrás de los casos de deopaje de grandes ciclistas.
El problema de todo esto, no es el dopaje en sí, sino toda la red que tenía montada algún entrenador de atletismo, y es que era el camello y máximo beneficiado de que sus corredores usaran todos estos productos, a pesar que sabía que podía ser perjudicial para ellos, no solo por sanciones, sino que también podrían tener problemas de salud. Otro problema está la situación de Contador, que deja más en duda su inocencia, aunque eso lo escribiré en otro post.
