El Colegio Juan Pablo II de Parla: Un Modelo a Seguir en Alimentación Escolar

0
39
El Colegio Juan Pablo II de Parla se convierte en referencia de la alimentación escolar

En el Colegio Juan Pablo II de Parla, la alimentación escolar se ha convertido en un componente fundamental del proyecto educativo que aboga por el bienestar integral de sus alumnos. Con más de 800 estudiantes beneficiándose del servicio de comedor, la institución destaca por su compromiso con la calidad y la atención personalizada.

Una de las innovaciones más significativas en el colegio es la existencia de una cocina completamente independiente, diseñada específicamente para atender las necesidades de aquellos alumnos que sufren alergias o intolerancias alimentarias. Este espacio, equipado con fogones, plancha y freidora, permite a un profesional especializado preparar menús adaptados a más de 35 tipos de requerimientos dietéticos, asegurando que cada niño pueda alimentarse con tranquilidad y confianza.

La cocina principal, que abarca más de 250 metros cuadrados, cumple con óptimos estándares de higiene y eficiencia. Está dispuesta con áreas separadas para el tratamiento específico de alimentos como pescado y fiambres, además de contar con modernas instalaciones que incluyen cuatro cámaras frigoríficas, un congelador y un abatidor de grandes dimensiones. Este último permite enfriar rápidamente los platos cocinados, preservando sus cualidades nutricionales y de sabor. Almudena Quintas, subdirectora del colegio, resaltó la importancia de trabajar con ingredientes de primer nivel: «La calidad de los ingredientes marca la diferencia en el sabor y los nutrientes que aportamos a los niños».

El comedor del colegio no se limita a ser un espacio de alimentación, sino que también busca fomentar la educación y la socialización entre los alumnos. Bajo la dirección de nutricionistas y en colaboración con el enfermero del colegio, se diseñan menús equilibrados y variados, orientados a inculcar hábitos saludables y a crear un ambiente agradable donde los niños puedan disfrutar de la comida y aprender a compartir.

Además, la participación directa de profesores y personal auxiliar en la atención del comedor evita la externalización del servicio, garantizando que los niños estén rodeados de personas que conocen su entorno diario y que están comprometidas con su educación integral.

Una de las iniciativas destacadas por la Asociación de Padres de Alumnos (APA) es el programa ‘Mis padres comen en el cole’, que invita a las familias a compartir comidas en el colegio, fortaleciendo la conexión entre la institución y los hogares de los alumnos.

El compromiso del Colegio Juan Pablo II con una alimentación de calidad se refleja en medidas como ofrecer pescado dos veces por semana, limitar fritos y priorizar preparaciones ligeras y nutritivas. Con su cocina dual y un enfoque centrado en el bienestar, la institución se posiciona como un ejemplo de cómo la alimentación escolar puede trascender la mera necesidad y convertirse en una experiencia enriquecedora y educativa para sus alumnos.