El Madrid volvió a ser inferior a un Barcelona que no llegó a sufrir mucho por la victoria, y es que el conjunto de Etore Messina volvió a ser muy débil en defensa y en ataque, porque los de Xabi Pascual se escaparon en un segundo cuarto casi perfecto, donde metieron más de 20 puntos y encajaron menos de seis, desesperando a jugadores como Jaric, que vio como los árbitros le señalaron una técnica por protestar.
Pete Mickeal volvió a ser esencial cuando el partido había que romperlo, porque llegó a anotar varias canastas de forma consecutiva ante la desesperación de sus defensores, mientras que el
Lorbek se paseaba en la zona, porque no solo anotaba fácil, sino que provocaba faltas a sus rivales, varias de formas tonta, sobretodo la de Prigioni, que no tuvo un sensacional día y regaló un dos más uno.
Para maquillar el marcador aparecieron en el último cuarto Llull y Velckovic, el primero fue el encargado de tirar de orgullo y anotar 19 puntos, mientras que el segundo, en los pocos minutos que tuvo anotó cinco puntos. Al final el 78 – 73 no marca la verdadera diferencia que tuvo el partido, porque los jugadores de Xavi Pascual dominaron a los madrileños en todo momento, e incluso no quisieron urgar en una herida que parece que esta temporada no se va a cerrar.
