La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha condenado enérgicamente la reciente redada llevada a cabo por fuerzas de seguridad israelíes contra la Unión de Comités de Trabajo Agrícola, en Cisjordania ocupada. Este incidente, que tuvo lugar el 1 de diciembre, se suma a una serie de alarmantes acciones que evidencian un incremento de la presión sobre la sociedad civil palestina. Durante la redada, las fuerzas israelíes no solo destrozaron propiedades, sino que también detuvieron al personal presente en las oficinas de la organización en Ramala y Hebrón.
Los informes indican que el personal fue sometido a condiciones preocupantes, incluyendo vendas en los ojos, esposamiento y exigencias de arrodillarse o permanecer tumbado en el suelo durante horas. Ocho hombres fueron arrestados en el transcurso de esta intervención, que se enmarca en un contexto de creciente represión hacia las organizaciones que defienden los derechos de los palestinos.
La Unión de Comités de Trabajo Agrícola ha estado activa durante décadas, brindando apoyo a agricultores y comunidades rurales, especialmente a aquellos que enfrentan la violenta hostilidad de colonos israelíes o la amenaza de desplazamiento forzado. No obstante, en 2021, las autoridades israelíes clasificaron a este grupo como «terrorista» bajo una legislación que ha sido criticada por la ONU por sus amplias interpretaciones, que facilitan restricciones injustificadas sobre la sociedad civil. A pesar de ello, los informes indican que Israel no ha presentado pruebas que respalden estas acusaciones.
Este ataque se produce en un momento especialmente delicado, ya que coincide con la cosecha de aceitunas, que este año ha sido marcada por un aumento sin precedentes de la violencia. Según la Oficina, en noviembre se documentaron 167 ataques perpetrados por colonos, afectando a 87 comunidades palestinas. La violencia, que inicialmente se enfocaba en los agricultores, ha comenzado a extenderse a defensores de derechos humanos y a organismos que brindan apoyo a las comunidades afectadas.
Desde el 1 de octubre, se han registrado 81 violaciones por parte de colonos y fuerzas de seguridad israelíes, incluyendo 48 arrestos y 22 agresiones físicas hacia quienes intentan proteger a las comunidades amenazadas por la expansión de los asentamientos. La Oficina ha resaltado que el uso del exceso de fuerza, las detenciones arbitrarias y los tratos crueles son prácticas comunes en las operaciones de seguridad israelíes en la región.
A medida que continúan expandiéndose los asentamientos israelíes, se produce una rápida reducción del espacio físico y cívico para los palestinos. La Oficina del Alto Comisionado ha declarado que, conforme a la legislación internacional, Israel debe cesar su ocupación y retirar a los colonos de los territorios palestinos, enfatizando que la protección de los derechos de los palestinos es una obligación que debe respetarse bajo las leyes internacionales vigentes.
Fuente: ONU últimas noticias
