EL ALGEBRISTA, Iain M. Banks

EL ALGEBRISTA, Iain M. Banks 3La contraportada avisa de que esta novela ha sido finalista del premio Hugo (uno de los más prestigiosos de la ciencia-ficción) y de que se trata de una space-opera, o sea, traducido al cristiano: una novela de aventuras ambientada en el espacio, donde los protagonistas van a conocer mundos desconocidos, enfrentarse a los malos y, por supuesto, van a ganar. Algo así como una peli del oeste, pero con naves espaciales.

Al parecer, el libro trata de “Fassin Taak, que viaja hasta un gigante gaseoso en la periferia de la galaxia, en busca de un secreto que ha permanecido oculto durante quinientos millones de años”. Lamento decir que no llegué a ver ese planeta gaseoso, ni la “civilización decadente” que se encuentra allí Fassin, ni mucho menos el misterioso secreto. Le concedí el beneplácito de casi cien páginas, pero nada, no había manera. Me aburría como una ostra. La historia no acababa de arrancar y los personajes eran tan insulsos que, francamente, se podían haber muerto todos en la explosión de una supernova y me habría dado igual.

Mira que soy fan de la ciencia-ficción, pero es que cuánto más leía, más ganas me entraban de dejar este libro y de releerme “Mundo anillo” de Larry Niven. Eso sí que es una gran space opera y un libro divertido, entretenido, interesante, un libro que da gusto releer, que dignifica el género. Un clasicazo. Está en esta misma editorial, por cierto.

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