Según un reciente estudio titulado «El Peso de la Deuda: Implicaciones del endeudamiento en los hogares españoles», elaborado por la fintech BRAVO, una proporción significativa de la población española está sufriendo las consecuentes presiones de la economía personal sobre su salud mental. De acuerdo con los hallazgos del informe, el 60% de los ciudadanos considera que mejorar su educación financiera podría aliviar problemas como el estrés, la ansiedad, las preocupaciones o el insomnio, relacionados directamente con sus finanzas personales.
El estudio revela que lidiar con las finanzas es una de las principales causas de tensión emocional entre los españoles. Una abrumadora mayoría, el 82%, sostiene que su situación financiera impacta negativamente en su motivación para realizar diversas actividades, ya sean de carácter económico o no. Además, dos tercios de la población han experimentado episodios de ansiedad o estrés al enfrentarse a la decisión de solicitar un crédito.
La inquietud por el endeudamiento es palpable, con un tercio de los encuestados indicando su preocupación por el riesgo de caer en impagos o sobreendeudamiento. Los productos financieros de crédito personal son una parte esencial de la economía familiar, siendo las tarjetas de crédito el recurso más habitual, utilizadas por el 65% de la población. Asimismo, el 74% de los españoles ha recurrido en alguna ocasión a productos financieros de deuda.
Estos productos de crédito, sin embargo, actúan solo como un paliativo temporal, proporcionando una falsa sensación de seguridad. Para el 30% de la población, recurrir a créditos personales es una necesidad provocada por la incapacidad de cubrir gastos exclusivamente con los ingresos. Además, el mismo porcentaje de individuos afirma que pagar a plazos les genera la sensación de estar gastando menos.
Finalmente, el informe subraya la importancia de desarrollar habilidades de administración financiera y ahorro como estrategias eficaces para mejorar la salud mental y emocional. Una mejor comprensión y control del gasto son percibidos por dos tercios de los participantes como elementos fundamentales para gestionar los sentimientos negativos hacia sus finanzas. Frente a este contexto, la educación financiera se posiciona no solo como una herramienta útil, sino como una necesidad imperativa para reducir la ansiedad financiera de la población.
