Son muchas las personas que poco a poco están cambiando sus hábitos alimenticios. Cada vez se le da más importancia al uso de productos vegetales, productos que son capaces de proporcionar a nuestro organismo multitud de beneficios saludables. Entre los beneficios más importantes que podemos destacar, están la de limitar el aporte de grasas saturadas y el aumento de fibras y otros micronutrientes que contienen vitaminas, minerales y antioxidantes, entre otras cosas. Ahora, la compañía Sojasum, acaba de lanzar un listado con algunos de los principales beneficios que nos aportan estos alimentos.
Proteínas vegetales o animales
Las proteínas son fundamentales para nuestro organismo, ya que se encargan de regular muchos de nuestros procesos metabólicos. Ahora bien, ¿cuáles son mejores para nuestra salud? Lo mejor, sin duda, es el equilibrio. Combinar las proteínas vegetales y las animales en una proporción adecuada. En general, la propia Organización Mundial de la Salud recomienda una proporción del 75% de proteína vegetal en nuestra dieta, pues considera que presentan mayores ventajas para el organismo. Sí que es verdad que el aporte de los aminoácidos de las proteínas vegetales es menor, pero si disfrutamos de una dieta rica en verduras y frutas, podemos conseguir la suficiente cantidad. Para ello, es importante no olvidarnos de la fruta, frutos secos, granos o legumbres.
Variado aporte de vitaminas
Nadie pone en duda que los vegetales y las frutas son ricos en vitaminas, especialmente C, E y del grupo B. Pero hay algunas que, a priori, solo se obtienen de productos de origen animal. Es el caso de la vitamina B12, producida únicamente por determinados microorganismos (bacterias y hongos), o a nivel industrial por fermentación bacteriana. Pero también se puede obtener al consumir cereales enriquecidos, las algas o la levadura de cerveza. Esta vitamina es indispensable para varios procesos del organismo, como la formación de glóbulos rojos y el buen funcionamiento de los nervios, y su carencia puede provocar anemia y dañar el sistema nervioso.
Grasas buenas y ácidos grasos esenciales
Podemos decir que existen dos familias esenciales de ácidos grados: Omega-3 y Omega-6, en su mayoría provenientes de plantas y pescados grasos. Estos ácidos son muy beneficiosos para nuestra salud, ya que están libres de colesterol y son esenciales para el crecimiento. El salmón, el atún, los frutos secos y determinadas algas son alimentos ricos en omega-3. Por su parte, los omega-6 están presentes en aceites vegetales como el de soja, el de cáñamo o el de maíz.
Calcio vegetal
Las almendras, las avellanas, el brócoli, los nabos, las coles o bebidas y quesos de soja fortificada son alimentos ricos en calcio de procedencia vegetal. Además, la leche de soja enriquecida es una importante fuente de vitamina D, esencial para la absorción y conservación del calcio corporal, y por tanto para la prevención de la osteoporosis. Contiene también isoflavonas, estrógenos vegetales que inhiben el proceso de destrucción ósea. Y tiene un alto contenido en minerales como el fósforo o el magnesio, que ayudan a asimilar el calcio y es muy beneficioso para personas hipertensas o con problemas cardíacos. Semillas como las de amapola, sésamo, lino y otras aportan también una importante cantidad de calcio.
Leche de soja, almendra, arroz…
Está comprobado que el calcio que necesita nuestro cuerpo para su crecimiento, puede ser conseguido de una gran de productos vegetales. Además de esto, bebidas vegetales de soja, almendra o arroz son ideales para llevar una alimentación sana y equilibrada gracias a sus beneficios, entre los que nos encontramos:
- Al no tener lactosa son perfectas para personas intolerantes
- Bajas en grasas saturadas y ricas en vitamina B
- Más digestivas
- Ayudan a tener limpias las arterias
- Reducen el colesterol malo
- Reduce el riesgo de padecer cáncer
Beneficios para el medio ambiente
Entre otros, evita que se degrade la capa fértil del suelo y asegura una producción sostenible (para obtener un kilo de proteína vegetal se necesita dieciocho veces menos tierra y doce veces menos fertilizante que para un kilo de proteína de origen animal); protege la biodiversidad y evita la deforestación provocada por la industria ganadera (1/3 del terreno agrícola mundial se destina a producción de forrajes); reduce el consumo de un bien escaso como el agua (más de 15.000 litros de agua por cada kilo de ternera frente a los 4.000 litros que necesita un kilo de legumbres); reduce el efecto invernadero (producido en su mayoría por los gases del ganado).
¿Qué pensáis de estos productos vegetales? ¿Los consumís ya? Animaros y compartir con todos nosotros vuestros comentarios. ¡Os estamos esperando!
