Donde las dan las toman, es la frase que se le podía decir al segundo entrenador del Villareal, al hermano de Garrido, y es que el gesto de Mourinho , que no gustó nada, fue precisamente el mismo gesto que hizo él en el partido ante el Valencia de Copa del Rey, cuando Rossi marcó el cuarto gol.
Mourinho se fue al banquillo del Villareal a celebrar el gol con su hijo, pero sin darse cuenta o sí, que esto iba a provocar una reacción que iba a gustar poco a unos jugadores que estaban muy picados porque el Real Madrid le había remontado un partido que se habían merecido mucho más. El técnico portugués pidió perdón a Garrido, pero el gesto ya estaba hecho, y por lo tanto era muy tarde.
Está claro que con esto no quiero defender a nadie, pero sino te gusta que te hagan una cosa, es mejor no hacerla, aunque es cierto que el árbitro tendría que haber expulsado, o por lo menos amonestado, a Mourinho por salir de su área técnica a celebrar el gol. Una cosa está clara, siempre se habla más de Mourinho que de su equipo, y eso es una pena, porque ayer el técnico hizo que su equipo consiguera los tres puntos con un cambio de juego maravilloso.
