Este miércoles, el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial hizo un llamado claro a todos los Estados para que impongan sanciones y adopten medidas contra individuos, grupos o entidades que fomenten la segregación de los palestinos por parte de Israel. Esta solicitud surge a raíz de un informe independiente que confirmaba estas prácticas abusivas ya en el año 2024.
Una comisión ad hoc, establecida a petición de las autoridades palestinas, concluyó que la expansión de asentamientos y puestos avanzados, así como las restricciones a los permisos de construcción y las demoliciones de viviendas, constituyen un obstáculo significativo para una solución pacífica al conflicto, además de contribuir a una discriminación sistémica contra los palestinos.
El Comité subrayó que todos los Estados parte tienen la obligación, de acuerdo con la Convención, de asegurar que sus políticas, así como su cooperación y asistencia en relación con la situación en el Territorio Palestino Ocupado, no respalden prácticas discriminatorias. Esta exhortación cobra relevancia en un contexto marcado por una creciente violencia y desplazamiento en Cisjordania, donde en las últimas dos semanas se han registrado el asesinato de cuatro niños palestinos.
Desde inicios de 2024, las estadísticas son alarmantes: un total de 238 palestinos han sido asesinados, incluidos 56 menores. Las fuerzas israelíes son responsables de la mayoría de estas muertes, con 223 casos documentados hasta la fecha, mientras que los colonos han causado otros nueve. La comunidad internacional, según Chinsung Chung, miembro del Comité, tiene una responsabilidad crucial en la lucha contra la discriminación racial, advirtiendo que, al tolerar esta discriminación, los Estados pueden incurrir en responsabilidad bajo el derecho internacional.
En los últimos tres años, la violencia de los colonos, junto con las restricciones de acceso impuestas por Israel, ha provocado el desplazamiento de palestinos en al menos 85 comunidades de Cisjordania, de las cuales 33 han quedado completamente vacías de residentes. Esta semana, más de 100 palestinos fueron desplazados debido a demoliciones y desalojos, con un impacto particularmente fuerte en Jerusalén Oriental.
Las autoridades israelíes han emitido órdenes de demolición que afectan a numerosas familias en el campo de refugiados de Nur Shams, en la provincia de Tulkarm, aunque estas órdenes fueron congeladas temporalmente tras intervención legal. Sin embargo, los residentes siguen enfrentándose a restricciones severas a su acceso.
Por otro lado, en la Franja de Gaza, la situación humanitaria es alarmante en medio de un clima de violencia persistente y el frío invierno. La Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria ha informado que las hostilidades continúan, con bombardeos y ataques aéreos israelíes que han dejado un saldo trágico de al menos 405 muertes desde que se declaró un alto el fuego. Además, el invierno está cobrando su costo, con al menos 15 personas fallecidas por hipotermia en las últimas semanas, incluyendo a un bebé de solo dos semanas de vida. Las agencias de la ONU siguen trabajando para proporcionar asistencia a las familias desplazadas, distribuyendo ropa de abrigo y artículos de refugio de emergencia ante la creciente crisis humanitaria.
Fuente: ONU últimas noticias
