En 2024, el panorama de riesgo de pobreza y exclusión social en la Unión Europea arroja datos preocupantes. De las 243 regiones analizadas, 93 reportaron tasas superiores al promedio del 21% de la UE, mientras que solo cuatro mantuvieron ese mismo índice y 146 se situaron por debajo. En un análisis más detallado, cinco regiones mostraron tasas que duplicaban el promedio europeo. La situación más alarmante se registró en Guyane, Francia, donde un impactante 59,5% de la población enfrenta esta problemática. Le siguen Calabria y Campania en Italia, con tasas del 48,8% y 43,5%, respectivamente, así como las ciudades autónomas españolas de Melilla y Ceuta, que presentan tasas de 44,5% y 42,2%.
El informe destaca que hay 25 regiones donde más del 33% de los habitantes se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, representando la parte más oscura del espectro en el mapa de la UE. Estas zonas se concentran principalmente en Grecia, Bulgaria, España e Italia, con un total de cuatro regiones en cada uno de estos países. También se incluyen zonas de Rumanía y de las regiones ultraperiféricas de Francia. Entre estas regiones se encuentran dos áreas urbanas significativas en la Europa occidental: la Región de Bruselas-Capitale en Bélgica y Bremen en Alemania.
Contraponiendo estos datos, hay 26 regiones donde menos del 12,5% de la población se enfrenta a esta situación. Entre ellas destacan siete regiones en el norte y centro de Italia, donde la provincia autónoma de Bolzano/Bozen reporta la tasa más baja de la UE, con un 6,6%. También se registran seis de las ocho regiones de Chequia, con Jihozápad marcando un 8,8%, el tercer índice más bajo en el bloque. Además, tres regiones en el Vlaams Gewest de Bélgica y otras tantas en Austria y Polonia, incluidas la capital, tienen tasas igualmente bajas. Las capitales de Croacia, Rumanía, Eslovenia y Eslovaquia completan esta lista, con Bratislavský kraj alcanzando un notable 8,6%.
Este análisis se enmarca en la celebración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, una fecha que busca concienciar sobre la necesidad de abordar la pobreza y la desnutrición en el mundo. La disparidad en los índices de pobreza y exclusión social en la UE revela un panorama heterogéneo que requiere atención urgente y actuaciones coordinadas para mejorar las condiciones de vida de los más vulnerables.