Un total de 197 países se reúnen en Bakú, Azerbaiyán, para la Conferencia sobre el Cambio Climático COP29, que se celebra del 11 al 22 de noviembre, con la intención de incrementar la financiación climática internacional y establecer medidas concretas para reducir las emisiones. Los delegados tienen como meta superar los 100.000 millones de dólares anuales que se acordaron en el Acuerdo de París en 2015.
El secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell, enfatizó la necesidad de cambiar la percepción sobre la financiación para la lucha contra el cambio climático, advirtiendo que no se trata de caridad. Stiell sostuvo que una meta ambiciosa beneficia a todos los países, incluidos los más ricos. Además, planteó cuestiones provocativas: “¿Les gustaría que suban aún más sus facturas de alimentación y energía? ¿Les gustaría que su país deje de ser competitivo económicamente? ¿Realmente quisieran más inestabilidad mundial, que cobre vidas? Esta crisis afecta de un modo u otro a todas las personas del mundo”.
El objetivo central de la conferencia es evitar que se supere el límite de 1,5ºC de aumento de la temperatura respecto a los niveles preindustriales. Sin embargo, la Organización Meteorológica Mundial ya ha señalado que este límite ha sido alcanzado temporalmente y que 2024 se perfila como el año más cálido jamás registrado. Celeste Saulo, responsable de la agencia, afirmó que, aunque el Acuerdo de París se refiere a valores sostenidos de temperatura a lo largo de décadas, cada fracción de grado de calentamiento tiene un impacto significativo, exacerbando eventos climáticos extremos.
En otro ámbito, las autoridades israelíes han exacerbado las restricciones sobre la ayuda humanitaria en Gaza, lo que ha generado un «grave deterioro» en la situación, según la Oficina de Coordinación Humanitaria. En octubre, el 85% de las misiones humanitarias destinadas al norte de Gaza fueron denegadas u obstaculizadas, mientras que un 43% de todos los movimientos coordinados fueron rechazados. La situación humanitaria se ha vuelto crítica, con la mayoría de las solicitudes de evacuación de personas atrapadas bajo los escombros siendo sistemáticamente rechazadas, lo que refleja la grave crisis en la región.
Adicionalmente, la Oficina de Derechos Humanos ha condenado las prácticas de detención masiva, maltrato y humillación de palestinos en la Cisjordania ocupada, destacando un patrón de uso excesivo de la fuerza durante redadas en campamentos de refugiados. Estos actos de violencia y abuso han sido documentados aunque muchas veces sin una amenaza aparente, evidenciando una creciente preocupación por los derechos humanos en la región, que sigue deteriorándose en el contexto del conflicto. Las denuncias mencionan condiciones inhumanas para los detenidos, muchos de los cuales permanecen en lugares desconocidos y sin acceso a asistencia legal.
Fuente: ONU últimas noticias