El 30 de junio de 2025 se ha dado a conocer un nuevo informe titulado “¿Tecnología que protege o incomoda?”, elaborado por la Fundación Club Europeo de Automovilistas (CEA) y Asitur. Este estudio ha analizado las percepciones de más de 1.000 conductores españoles sobre los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS), revelando datos preocupantes en torno a su experiencia y comprensión.
Uno de los hallazgos más destacados es que el 49,03% de los encuestados considera que las alertas emitidas por los sistemas ADAS son excesivas. Además, el 42,55% de los conductores experimenta un elevado nivel de estrés al utilizarlos. Estos datos sugieren que, lejos de ser una ayuda, muchos conductores sienten que esta tecnología interfiere negativamente en su experiencia al volante.
El estudio tenía como objetivo evaluar el nivel de conocimiento que poseen los conductores sobre los sistemas ADAS e investigar su impacto en la decisión de compra de un vehículo. Cabe recordar que, desde julio de 2022, la incorporación de algunos de estos sistemas es obligatoria en los nuevos turismos y vehículos comerciales ligeros, según el Reglamento UE 2019/2144. Entre ellos se incluyen características como el Asistente Inteligente de Velocidad (ISA) y el Sistema de Frenado de Emergencia (AEB).
Sin embargo, el informe señala una desconexión alarmante entre los objetivos que se persiguen con esta tecnología y la realidad de su uso. Casi la mitad de los conductores encuestados (48,76%) admiten no saber cómo funciona la tecnología ADAS, indicando que su comprensión se encuentra en niveles «básicos» o “iniciales”. Este desconocimiento podría comprometer tanto la eficacia de los sistemas como la seguridad de los conductores.
La falta de conocimiento es tan significativa que solo el 53,89% de los encuestados reconoció que su vehículo contaba con un sistema de frenado automático de emergencia (AEB), a pesar de que su implementación es obligatoria desde la legislación europea mencionada.
Entre las conclusiones del estudio, se observa que más del 70% de los vehículos poseen varios sistemas ADAS, como la detección de ángulo muerto o el mantenimiento de carril, pero esto no se traduce en una comprensión adecuada por parte de sus propietarios. Esto pone de manifiesto una brecha clara entre la disponibilidad de la tecnología y la formación de los conductores.
Ante esta situación, la Fundación CEA y Asitur han propuesto una serie de medidas. Una de ellas incluye la creación de un protocolo obligatorio para los concesionarios que garantice una formación adecuada sobre los ADAS en el momento de la entrega del vehículo, así como en la formación postventa. Además, sugieren que los fabricantes, formadores y Administraciones Públicas colaboren para garantizar que esta tecnología cumpla con su propósito de mejorar la seguridad vial.