Demasiado extranjero para mi gusto

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Sergi Vidal levanta el trofeo Tras la resaca del Mundobasket nuestra liga ha vuelto a las andadas, con el formato estrafalario de la Supercopa, pero bueno, ha vuelto. Se han podido apreciar dos cosas bastantes claras: que todo sigue igual (Tau y Unicaja llevándoselo todo); y que sobran extranjeros (o que faltan nacionales). A pesar de ser los campeones del mundo, los jugadores españoles escasean en los equipos punteros (y no punteros) ACB, tan solo Unicaja puede presumir de tener varios Golden Boys en sus filas.

Con respecto al torneo, sigo sin entender qué sentido tiene una Final Four a principios de temporada. Por no hablar del soporífero concurso de mates, que más bien que un concurso parecía una rueda de calentamiento. Menos mal que Pepe Sánchez animó un poco el envite demostrando sus dotes de pasador. La ronda de triples fue algo más emocionante (increíble la rapidez con la que se disputó), donde Louis Bullock brilló con luz propia.

Ya en la incomprensible final a cuatro, se apreció quienes van a ser los machitos de la liga: Tau y Unicaja. El Barça defraudó, Ivanovic sigue haciendo de las suyas, destrozando a jugadores con clase dándoles un pico y una pala. Espero que al bueno de Dusko se le encienda algún día la bombilla que tiene fundida. Mientras, en el polo opuesto se encuentra el croata Velimir Perasovic. Con una plantilla parecida: llena de extranjeros y de varios ex-NBA, pero con la única luz que le hace falta para entrenar bien encendida. Así se puede entender cómo su equipo, el Tau ha sido capaz en un fin de semana de humillar al increíble Barcelona (en lo que plantilla se refiere) y de derrotar al campeón Unicaja en su propio campo.

Paradójico resulta que tras el triunfo mundialista, gane la Supercopa de nuestro país un equipo prácticamente sin españoles, ¡viva la diversidad!