El Museo Van Gogh de Ámsterdam ha comprado una nueva obra del artista impresionista. Su título: Knotwilg (El sauce desmochado). Fue pintada en 1882 y en ella aparece un camino por el que deambula, en la lejanía, una persona. Junto a la linde, se levanta un sauce deshojado y prácticamente seco. Y al fondo, un molino de viento y los depósitos de la estación de tren Rijnspoor de La Haya.
La obra es la primera que adquiere el Museo Van Gogh en los últimos cinco años y podría representar uno de los paisajes habituales por los que el pintor paseaba en los alrededores de su residencia en La Haya. Knotwilg mide 38 por 56 centímetros y forma parte de una serie de seis acuarelas que Van Gogh pintó durante el verano de aquel año.
El museo adquirió el trabajo hace un par de meses en una subasta en Londres, por una cantidad cercana a los 1,5 millones de euros.