De la Guerra al Esperanza: Tres Años de Resiliencia en Ucrania

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Tres años de guerra total en Ucrania: del dolor y la pérdida a la solidaridad y la esperanza

El 24 de febrero de 2022, millones de ucranianos se despertaron al sonido de explosiones, un hecho que marcó el inicio de un conflicto devastador. Tres años después, Ucrania continúa enfrentándose a ataques casi diarios, dejando una huella profunda en su población y en el personal de organizaciones internacionales que permanecen en el país en medio del conflicto.

Natalia Datchenko, integrante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), recuerda aquella mañana con pesar. “No es fácil recordar este día”, comparte con emoción desde Kiev. Mientras trata de contener las lágrimas, se da cuenta de que su deseo de ayudar a los demás surgió con fuerza en esos momentos de caos. A pesar de las advertencias, el estallido de la guerra fue un golpe devastador para muchos, incluido Lyudmyla Kovalchuk, empleada de ONU Mujeres, quien vivía cerca del aeropuerto de Kiev. “Nos despertábamos a las cinco de la mañana con el ruido de las explosiones. Era impactante”, relata.

De hecho, las mujeres han sido particularmente afectadas por la guerra. Lyudmyla subraya que muchas están criando solas a sus hijos y enfrentando el desafío del trabajo, además de lidiar con un entorno inseguro. “Unas 70.000 mujeres ucranianas sirven y trabajan en el ejército, un grupo con necesidades específicas que requiere apoyo”, señala. El trabajo del personal de ONU Mujeres se ha intensificado, ya que muchas familias se ven obligadas a huir de sus hogares. “Mirar hacia atrás es doloroso”, dice Anastasia Kalashnyk, quien ha visto cómo las vidas de mujeres que conocía cambiaron drásticamente.

A pesar de la carga emocional que han enfrentado, las organizaciones como ONU Mujeres han establecido “espacios seguros para mujeres”, donde se brinda apoyo esencial, permitiendo a las mujeres conectarse y sanar. “Vi cómo Elena, una de las mujeres que acudió al centro, volvía a la vida después de un trauma”, cuenta una trabajadora de la ONU.

Los datos sobre la tragedia humana son desgarradores. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), hasta febrero de 2025 se habían confirmado más de 12.600 muertes civiles, incluidos al menos 2.400 niños. Millones viven con miedo constante, y muchos enfrentan graves restricciones en los territorios ocupados, donde la ayuda humanitaria es limitada.

No obstante, a pesar de la adversidad, hay espacio para la esperanza. “Mis hijos me dan energía para un futuro mejor”, dice Anastasia. Las mujeres expresan su agrado por la solidaridad de las organizaciones internacionales que, a pesar del caos, han permanecido en el país y buscan reconstruir.

Natalia enfatiza la importancia de la unidad y el deseo de reconstruir lo perdido, no simplemente regresar a lo que era, sino crear algo mejor. La cultura, desde conciertos hasta exposiciones, se ha convertido en una estrategia de supervivencia para muchos. “Busco inspiración en la belleza que aún existe en Ucrania”, cuenta Natalia.

Sin embargo, el costo psicológico del trabajo es alto. Lyudmyla menciona la dificultad de consolar a compañeros que han perdido seres queridos y los retos de apoyar a quienes están sufriendo. A pesar de todo, las experiencias vividas han llevado a muchos a sentirse más fuertes y decididos. “Lo que no nos mata nos hace más fuertes”, reflexiona Lyudmyla, aunque desearía no haber tenido que aprenderlo de esta manera. La lucha por la vida continúa, y en medio de la tragedia, el deseo de reconstrucción, fortaleza y unidad persiste entre el pueblo ucraniano.
Fuente: ONU últimas noticias