Desde hace 21 meses, la guerra en Gaza ha dejado un saldo devastador de más de 58.000 muertos y 100.000 heridos. La crisis se agrava a diario con los continuos ataques israelíes, lo que ha llevado a un alarmante aumento de muertes infantiles, muchas de ellas a causa de la desnutrición. Instituciones de la ONU han reportado casi 900 muertes recientes de habitantes de Gaza que buscaban desesperadamente comida, la mayoría de ellas relacionadas con centros de ayuda privada gestionados por la Fundación Humanitaria de Gaza.
Juliette Touma, directora de Comunicación de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), ha estado en Gaza varias veces durante el conflicto. En sus visitas, ha recordado la trágica situación de los niños que ha conocido en diferentes zonas de guerra. En un impactante testimonio, comparte la historia de Adam, un niño de diez años que vivió en Yemen y que, tras ser ingresado en un hospital por desnutrición, falleció poco después.
Touma también evoca la historia de Ali, un adolescente sirio que también murió a causa de la falta de alimentos. Su supervisor, un epidemiólogo, destacó la gravedad de que un joven de esa edad muriera por desnutrición, subrayando la extrema escasez de alimentos en la región. Las imágenes y relatos de niños desnutridos en diversos conflictos han perseguido a Touma a lo largo de su carrera en organizaciones humanitarias.
La situación actual en Gaza es particularmente desoladora. A pesar de que en 2022, la región aún contaba con alimentos gracias a importaciones y cultivos locales, la guerra ha cambiado radicalmente la realidad. La UNRWA ha llevado a cabo exámenes médicos a más de 242.000 niños, de los cuales uno de cada diez presenta desnutrición. La historia de Ahlam, una bebé de siete meses desplazada en múltiples ocasiones desde el inicio del conflicto, agrava esta situación. Su frágil estado de salud es compartido por muchos otros niños que, debido a las condiciones extremas, ven dañado su sistema inmunológico y su capacidad de sobrevivir.
La falta de suministros terapéuticos para tratar la desnutrición es alarmante. Las autoridades israelíes han impuesto un severo bloqueo que limita la entrada de alimentos, medicamentos y otros productos esenciales. Aunque se permiten algunas entradas de ayuda, la UNRWA no ha podido proporcionar asistencia desde el 2 de marzo.
La situación es tan crítica que en días recientes varios niños que esperaban tratamiento en una clínica de la UNRWA fallecieron tras un bombardeo. Las madres de estos pequeños, sumidas en la desolación, ven cómo las vidas de sus hijos se apagan en su lucha por un futuro.
En este contexto, la pregunta que surge es: ¿Cuántos más deben morir antes de que la comunidad internacional actúe? La UNRWA cuenta con miles de camiones con alimentos y medicamentos esperando autorización para ingresar a Gaza, y más de 1.000 trabajadores de salud listos para servir a los más vulnerables. Sin embargo, el tiempo sigue corriendo y la desesperada necesidad de un alto el fuego y el fin de la violencia se hace cada vez más urgente.
Fuente: ONU últimas noticias