Edson Arantes do Nascimento, más conocido como Pelé, es considerado uno de los mejores futbolistas de la historia. El legendario delantero brasileño ganó su primer título mundial con la selección de su país en 1958, a la edad de 17 años. En ese torneo, celebrado en Suecia, Pelé mostró su increíble talento y se convirtió en una sensación mundial.
Pelé volvió a demostrar su calidad en el Mundial de 1962, celebrado en Chile. A pesar de sufrir una lesión en el segundo partido del torneo, el astro brasileño regresó en la fase de eliminación directa y anotó un hat-trick en el partido de semifinales contra Francia. Desafortunadamente, no pudo jugar la final debido a otra lesión, pero Brasil ganó su segundo campeonato mundial.
Cuatro años después, en Inglaterra 1966, las cosas no salieron como esperaba Pelé. Brasil fue eliminado en fase de grupos y el talentoso delantero sufrió duras críticas de la prensa. Sin embargo, Pelé no se dejó desanimar y siguió trabajando arduamente para demostrar su valía.
Finalmente, en México 1970, Pelé lideró a Brasil hacia su tercer título mundial. El equipo brasileño deslumbró al mundo con su juego basado en la habilidad y la técnica, y Pelé fue fundamental en ese éxito. A lo largo del torneo, el delantero anotó cuatro goles y brindó numerosas asistencias, siendo reconocido como el Mejor Jugador del Mundial.
En total, Pelé ganó tres Copas del Mundo con Brasil, un récord que hasta el día de hoy no ha sido igualado. Su impacto en el fútbol y su legado perduran, y su nombre siempre será sinónimo de excelencia en este deporte.
Es importante destacar que a pesar de su retiro del fútbol profesional en 1977, Pelé continúa siendo una figura influyente y respetada en el deporte. Su talento, humildad y dedicación inspiraron a generaciones futuras de futbolistas, convirtiéndolo en un verdadero ícono del fútbol. Aunque han pasado décadas desde su época de gloria, la leyenda de Pelé y su lugar en la historia del fútbol son inquebrantables.