La demanda creciente de minerales esenciales para la producción de vehículos eléctricos y paneles solares no debe provocar una «estampida de codicia». Esta advertencia fue realizada por António Guterres, Secretario General de la ONU, durante su intervención en la COP29, celebrada en Bakú. Guterres subrayó la necesidad de transformar la transición energética en un camino hacia la justicia, resaltando que para los países en desarrollo ricos en estos recursos, esto representa una oportunidad crucial para generar prosperidad y combatir la pobreza. Sin embargo, advirtió que demasiado a menudo, los errores del pasado se repiten, provocando que los más desfavorecidos sean los más perjudicados.
El Secretario General enfatizó cómo la carrera por la explotación de recursos ha conducido a la violación de derechos humanos y a la devastación ambiental. Los países en desarrollo, aunque son ricos en minerales, frecuentemente carecen del poder necesario en las cadenas de suministro globales, generando así desigualdades en la distribución de beneficios. Guterres destacó que, a pesar de que el año pasado se invirtió más en energías renovables que en combustibles fósiles, muchos países africanos poseen solo una pequeña fracción de la capacidad fotovoltaica instalada, lo que subraya la paradoja de la riqueza que no se traduce en desarrollo.
Con el aumento previsto en la demanda de minerales críticos para la transición energética, como litio, cobalto y níquel, Guterres informó que se requiere un considerable esfuerzo en inversión. Para cumplir con los objetivos de emisiones netas cero de aquí a 2030, se estiman necesidades de 80 nuevas minas de cobre y 70 de litio, además de 30 de cobalto. Sin embargo, las inversiones necesarias para estos proyectos entre 2022 y 2030 se estiman entre 360.000 y 450.000 millones de dólares, revelando un déficit de financiación de hasta 270.000 millones.
En respuesta a las peticiones de los países en desarrollo, se ha creado un Panel sobre Minerales Críticos para la Transición Energética. Este organismo tiene la misión de identificar principios y recomendaciones para asegurar una mayor equidad en las cadenas de valor de estos minerales. Guterres concluyó señalando que es fundamental involucrar a comunidades locales, pueblos indígenas, jóvenes y otros actores en el proceso, promoviendo un enfoque de responsabilidad y transparencia que beneficie a quienes realmente poseen estos recursos.
Fuente: ONU últimas noticias