Alberto Contador tiene que tener mucho cuidado porque el enemigo está en casa, puesto que una y otra vez se demuestra que el ciclista de Pinto no puede confiar en nadie y menos en sus compañeros, y es que si miramos la clasificación general está llena de ciclistas del equipo Astana, él mismo en segundo lugar, el estadounidense Lance Amstrong en tercero, Leipheimer y Kloden también andan cerca, y está claro que si alguno se marcha para arriba el tiene que hacer función de equipo.
El problema de todo esto va a llegar en las etapas de media montaña, donde las escapadas largas son muy habituales y pueden meterse ciclistas peligrosos, es decir, si en un grupo se marcha uno de los hermanos Schleck y otro Astaná de los cuatro nombrados, está claro que Johan Bruyneel le dirá, ¡tú tira para arriba, que atrás no tiramos!, ya que ha demostrado que no hay un líder fijo, sino cinco.
Ayer fue el portugués Paulinho y el español Haimar Zubeldia quienes hicieron todo el trabajo sucio de equipo, una y otra vez comandaron la cabeza, hasta que Contador no aguantó más y atacó, algo que para Amstrong no estaba en el guión, poniendo de «niño malo» al español, pero yo creo que si que estaba puesto que todos los favoritos andaban tocados y él es el mejor cuando la montaña va hacia arriba, quizás lo que no entraba era que la escapada llegara con tantos segundos a la línea de meta, en fin, estos días veremos si de verdad es un equipo el Astana o como he dicho antes, Contador tiene el enemigo en casa.