La industria de la construcción está en plena transformación gracias a la incorporación de tecnologías emergentes que prometen aumentar la eficiencia, reducir costos, mejorar la seguridad y fomentar la sostenibilidad. Entre las innovaciones más destacadas se encuentra la Inteligencia Artificial (IA), que se ha integrado en las rutinas diarias de ingenieros y constructores. Esta tecnología permite automatizar tareas, anticipar riesgos y prevenir sobrecostes, optimizando así la productividad en todas las etapas de un proyecto.
Otra innovación significativa es el uso de la Realidad Virtual (VR) y la Realidad Aumentada (AR), que ofrecen experiencias inmersivas para la visualización de diseños, la formación de operarios y la colaboración remota en tiempo real. Estas tecnologías permiten a los equipos recorrer virtualmente un edificio antes de que se construya, lo que facilita la identificación temprana de errores y mejora la coordinación entre los diferentes agentes involucrados.
Adicionalmente, la metodología BIM (Building Information Modeling) se ha convertido en un pilar fundamental de esta transformación digital. Esta herramienta centraliza toda la información del proyecto en un modelo digital colaborativo, mejorando la planificación y la toma de decisiones a lo largo del ciclo de vida del edificio. Según Borja Sánchez Ortega, Director de Proyectos y experto en metodología BIM, esta metodología no solo agiliza procesos, sino que también minimiza costos y errores.
El uso de software avanzado como Krea AI, PromeAI o Veras AI ha permitido la creación de imágenes fotorrealistas de construcciones en minutos, lo que facilita ajustes en las fases de diseño antes de que inicie la obra. La IA también se encarga de automatizar tareas repetitivas y de alta precisión, como el seguimiento de avances, el control de calidad y la planificación de recursos, además de gestionar y analizar grandes volúmenes de datos para prever problemas potenciales.
La creciente adopción de estas tecnologías está beneficiando a las empresas constructoras, que están logrando entregar edificios más inteligentes y eficientes, al mismo tiempo que establecen nuevos estándares en la industria dirigidos hacia un futuro más sostenible y accesible para todos. Esta evolución no solo promete un desarrollo urbano más eficiente, sino que también apunta a garantizar un mayor bienestar para los habitantes de las ciudades.