Consejos para mantenerse productivos en verano

En verano, con sus largos días de sol, con las vacaciones y las altas temperaturas, hay factores que impactan de manera directa en nuestra productividad laboral. El decrecimiento de la productividad, a su vez, deriva en el desarrollo de malos hábitos, como la procrastinación, posponer la realización de aquellas cosas pendientes que se van acumulando.

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“La procrastinación alcanza un mayor relieve en verano por varios motivos. Uno de ellos es que el tiempo disponible para la realización de tareas se incrementa, pero la mayor parte de las personas no realiza el esfuerzo necesario para organizarlo correctamente. Y otro factor que influye es el grado de distracción al que estamos sometidos (como la tecnología) y la motivación que tengamos para alcanzar nuestras metas”, explica Pau Rodrigo Millán, experto en desarrollo personal y productividad e instructor en Udemy -la plataforma de aprendizaje y enseñanza online líder en el mercado-.

Para superar estas dificultades, Udemy, en trabajo conjunto con Pau Rodrigo Millán, presenta 5 consejos que apuntan a aumentar los niveles de productividad en verano:

1. Define qué es lo que quieres conseguir. Pocas metas, pero específicas.

Si quieres que algo suceda, debes establecer el qué y materializarlo: puedes escribirlo en un cuaderno, en el tablón de tu despacho o en un papel con imanes en el frigorífico. Lo importante es tenerlo a mano, que le puedas dar seguimiento y recordar. Ese objetivo, además, tiene que tener una fecha límite: ¿cuándo queremos que se produzca el resultado? Para esto, lo más recomendable es establecer un plan de acción para ejecutar la tarea en cuestión, lo que nos permitirá mantener un buen ritmo de productividad. Asimismo, también es clave no fijarse demasiados objetivos, sino establecer metas realistas y realizar solo lo verdaderamente importante.

2. Enfócate en lo que estás haciendo y elimina las distracciones.

Deja de lado ese concepto de la multitarea y de hacer una cosa mientras completas otra. Pon tu atención y dedica tu tiempo a la actividad más importante que tengas entre mano. Las distracciones, es importante que las evitemos en nuestro entorno de trabajo. Por ejemplo, si estás trabajando desde tu apartamento en donde sueles vacacionar, trata de trabajar en una zona aislada y libre de distracciones (sin familiares o amigos, alejado de dispositivos electrónicos tentadores). De hecho, según un estudio de Udemy Business1, el 86% de los trabajadores sufre problemas de distracción debido a la tecnología, lo que hace que sus niveles de productividad se vean afectados significativamente.

3. Programa tu descanso.

El descanso es un factor fundamental para lograr una buena productividad. Descansar no es sinónimo de no hacer nada, es dedicarse a uno mismo, a actividades que requieren menos esfuerzo, que nos relajan y ayudan a liberar el estrés. El experto en desarrollo personal Pau Rodrigo Millán lo define muy bien, un buen consejo para desconectar del trabajo es crear una lista mental bajo el nombre de “Lo pensaré mañana”, con esos problemas o cuestiones que nos rondan la cabeza y que impiden que nos concentremos en el descanso y que este sea productivo.

4. Aprende a decir que no.

Tomar elecciones es renunciar a determinadas cosas. Si eliges el camino de la productividad, tendrás que decir que no a otras actividades. Por ejemplo, propuestas o requerimientos de otros que te desvían de las metas o planes trazados. En verano hay mucha actividades atractivas, pero pueden entrar en conflicto con las metas laborales que nos disponemos a alcanzar. Otras veces se trata incluso de peticiones de ayuda externas, en ocasiones realizadas por comodidad. Si persistimos en decir a toda petición que sí, la acumulación de tareas será cada vez más extensa, por eso es importante trabajar la comunicación asertiva y marcar unos límites para que las peticiones no entren en conflicto con nuestra productividad.

5. Establece rutinas y hábitos productivos.

Los hábitos nos definen. La productividad mejora de manera notable cuando incorporamos rutinas productivas y eliminamos las que son improductivas. Por ejemplo, una rutina productiva beneficiosa en verano es realizar actividades importantes a nivel personal, sobre todo durante las primeras horas de la mañana, como hacer ejercicio o meditar.

En esta parte es esencial también eliminar los hábitos improductivos, como, por ejemplo, consultar el email o las redes sociales al comenzar la mañana, lo que puede condicionar nuestro día. Es más recomendable dejar estas actividades de haber logrado lo que es importante para ti en ese día.

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