La iluminación adecuada no solo transforma un espacio, sino que también influye en nuestro estado de ánimo y productividad. Con el avance de la tecnología y las tendencias en diseño de interiores, los expertos han compartido consejos esenciales para lograr una mejor iluminación en hogares y espacios de trabajo.
Según la arquitecta de interiores Laura González, lo primero que se debe tener en cuenta es la distribución natural de la luz. «Es fundamental aprovechar al máximo la luz natural. Las ventanas deben estar despejadas y los colores claros en paredes y techos ayudarán a reflejar la luz», afirma. Para aquellos que no disponen de suficiente luz natural, las luces LED se presentan como una alternativa eficiente y versátil, con una amplia gama de temperaturas de color para adaptarse a diferentes ambientes.
Los expertos también sugieren que la iluminación debe ser multi-nivel. Esto significa combinar diferentes tipos de luz: general, focal y ambiental. «Usar varias fuentes de luz permite crear atmósferas distintas dependiendo de la ocasión», explica el diseñador de iluminación Javier Martínez. Por ejemplo, una lámpara de pie en una esquina puede proporcionar una luz suave para la lectura, mientras que una luz empotrada en el techo puede servir para iluminar la habitación de manera uniforme.
El color de las bombillas también juega un papel crucial en la creación de la atmósfera. Las bombillas de luz cálida, alrededor de 2700K a 3000K, son ideales para espacios donde se busca calidez y confort, como salas de estar y dormitorios. Por otro lado, espacios que requieren concentración, como oficinas, se benefician de luces más frías, entre 4000K y 5000K, que simulan la luz del día y mejoran la alerta y la productividad.
Respecto a la dirección de la luz, los expertos señalan que es importante dirigirla estratégicamente para evitar deslumbramientos y sombras incómodas. «La luz debe crear un equilibrio; evitar áreas demasiado iluminadas o, por el contrario, zonas en penumbra», destaca Martínez. Utilizar pantallas y difusores puede ayudar a suavizar la luz y dispersarla de manera uniforme.
Además, se aconseja no olvidar el uso de controles de intensidad. Los reguladores de luz permiten ajustar la luminosidad según el momento del día y la actividad que se esté realizando, lo que contribuye a un entorno más cómodo y versátil. La instalación de sistemas de iluminación inteligente también ha ganado popularidad, permitiendo personalizar la intensidad y el color de la luz a través de dispositivos móviles.
Finalmente, los especialistas enfatizan la importancia de la sostenibilidad en la elección de la iluminación. Optar por soluciones LED de bajo consumo no solo reduce la factura de electricidad, sino que también minimiza el impacto ambiental. «La eficiencia energética es clave en el diseño moderno. No solo creamos espacios bellos, sino que también cuidamos nuestro planeta», concluye González.
Con estos consejos, es posible transformar cualquier espacio en un lugar más agradable y funcional, donde la iluminación se convierta en un aliado en el día a día.