En un mundo saturado de estímulos, cada individuo recibe alrededor de 1.500 mensajes publicitarios diarios. Este panorama ha llevado a las marcas a replantear cómo miden el éxito de sus campañas publicitarias. Históricamente, el engagement ha sido la principal métrica, pero actualmente los anunciantes buscan un análisis más integral que considere factores como la visibilidad, el establecimiento de vínculos con los usuarios, el recuerdo de la marca y la edificación de una reputación sostenible.
El crecimiento del número de mensajes publicitarios ha modificado la manera en que los consumidores interactúan con el contenido. La sobresaturación ha incrementado las exigencias hacia los formatos publicitarios, convirtiendo la captación de la atención en una necesidad crítica para cualquier estrategia de marketing. Los consumidores, cada vez más informados y exigentes, muestran escasa tolerancia hacia anuncios intrusivos. Así, se ha vuelto esencial combinar creatividad y tecnología para llegar de manera efectiva a estas audiencias.
Las redes sociales han emergido como un espacio privilegiado para ofrecer contenido interactivo, descubrir nuevos productos y facilitar compras inmediatas. Los avances en los algoritmos permiten personalizar segmentaciones basadas en comportamientos e intereses, aumentando las probabilidades de éxito en las campañas. Los formatos dinámicos, como los reels de Instagram o los contenidos de TikTok, son especialmente populares entre los jóvenes, quienes, según un estudio del Instituto Reuters, acceden a la mitad de su contenido a través de redes sociales.
Por otro lado, el auge de los pódcasts responde a una necesidad de acompañamiento que no exige atención visual constante. Este formato se presta para mensajes más profundos y reflexivos, atrayendo a públicos interesados en temas específicos, como salud y bienestar. El enfoque no intrusivo de los pódcasts, combinado con la voz como medio emocional, ayuda a fortalecer la conexión con los oyentes.
La televisión conectada (CTV) está revolucionando el consumo de contenido audiovisual, aunar lo mejor de la experiencia tradicional con las ventajas del entorno digital. Es especialmente efectiva en momentos de visualización compartida y permite realizar segmentaciones precisas. Las marcas que optan por anuncios en plataformas de streaming encuentran en este medio una coincidencia perfecta entre alcance, calidad visual y atención plena, lo que facilita la construcción de una reputación robusta a lo largo del tiempo.
En este contexto, Juan Miguel Lapido, CCO de EXTE, señala: «Las marcas hoy en día deben ir más allá de los formatos tradicionales, adaptándose a las nuevas formas de consumo. Solo a través de la creatividad y la tecnología pueden generar una conexión emocional real, construyendo una reputación sólida y duradera en un entorno digital altamente competitivo.»