La crisis eléctrica en la Franja de Gaza se ha intensificado desde el estallido de la guerra en octubre de 2023, dejando a la infraestructura eléctrica en un estado de devastación casi total a lo largo de las ciudades del área. Con más del 80% de las instalaciones eléctricas destruidas o gravemente dañadas, los residentes se han visto obligados a buscar alternativas limitadas para lidiar con la falta de electricidad. Una de las soluciones que ha emergido en este contexto es el uso de energía solar.
La Compañía Eléctrica de Gaza ha estimado que las pérdidas iniciales alcanzan los 450 millones de dólares en las áreas alcanzadas por las brigadas de reparación, evidenciando la magnitud de la crisis. Sin postes de luz ni bombillas en muchas partes de la región, la vida cotidiana se ha convertido en un desafío constante.
Alaa Abu Sitta, quien se dedica a la reparación de baterías de energía alternativa, ha relatado cómo su trabajo ha adquirido una importancia crucial. “Cualquiera que tenga una tienda de campaña y no disponga de una fuente de luz, se ve obligado a reparar la batería de repuesto. Ayudamos a la gente porque no hay baterías nuevas en el mercado, así que reparamos las viejas”, comenta. Sin embargo, el acceso a suministros de mantenimiento es un reto constante. Al enfrentarse a la escasez, incluso tuvo que buscar jeringas en clínicas veterinarias para completar su trabajo.
Por otro lado, Salah al-Hamami, que dirige un punto de carga en Gaza, ha señalado las dificultades que enfrenta. “Recargo baterías y teléfonos para la gente, pero la falta total de electricidad afecta nuestro trabajo. No hay cables adecuados, y sólo logramos cargar el 40% de la capacidad de las baterías”, informa. Esta situación ha llevado a que muchos dependan del uso de sus teléfonos por la noche en lugar de usar lámparas.
La población también expresa su sufrimiento. Ibtihal Abu Dabbagh, que vive en una tienda de campaña junto a lo que solía ser su hogar, ha compartido su preocupación por la inseguridad en la oscuridad. “El precio de la batería es alto y no puedo permitírmelo. Cargo mi teléfono todos los días, pero se agota al anochecer. Si tuviera dinero, habría comprado una batería o una lámpara portátil”, explica.
En medio de esta crisis, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) ha afirmado que se están realizando esfuerzos para restaurar los servicios básicos en Gaza. No obstante, las restricciones para acceder a los equipos necesarios complican aún más la situación. La crisis eléctrica se ha convertido en uno de los desafíos más apremiantes de la región, donde los residentes continúan buscando formas de adaptarse a un entorno marcado por la oscuridad y la privación.
Fuente: ONU últimas noticias