En 2025, el clima de protestas en Estados Unidos ha alcanzado niveles sin precedentes, con miles de ciudadanos manifestándose en diferentes ciudades bajo el lema «No Kings», un movimiento que critica la vigilancia masiva y el poder corporativo. Sin embargo, mientras los manifestantes se agrupan en las calles, las fuerzas del orden, incluidos agentes de la Patrulla Fronteriza de EE. UU., han estado utilizando tecnología de vigilancia avanzada para seguir sus movimientos.
Un análisis de los datos recogidos por el sistema Flock Safety, que utiliza lectores automáticos de matrículas (ALPR, por sus siglas en inglés), reveló que más de 50 agencias federales, estatales y locales realizaron cientos de búsquedas relacionadas con actividades de protesta a lo largo de diez meses. Este software permite a las agencias documentar cada vehículo que pasa por sus cámaras, registrando detalles como la matrícula, el color y la marca, almacenando toda esta información en una base de datos que puede ser consultada a nivel nacional. Se ha denunciado que estas búsquedas a menudo se realizan sin justificaciones claras bajo el pretexto de «protesta».
Efforts for Freedom (EFF), una organización que defiende los derechos civiles, ha obtenido datos de más de 12 millones de registros de búsqueda de más de 3,900 agencias entre diciembre de 2024 y octubre de 2025. Las búsquedas relacionadas con las manifestaciones más importantes, como las del «No Kings», se han multiplicado, identificando 19 agencias que realizaron varias búsquedas específicamente vinculadas a estos eventos. En varios casos, los agentes simplemente anotaron «protesta» como motivo, lo que plantea inquietudes sobre la legalidad y la ética del uso de esta tecnología.
El caso de Tulsa es representativo; la policía realizó al menos 38 búsquedas relacionadas con protestas locales, incluyendo manifestaciones contra las redadas de deportación y otros eventos relacionados con derechos humanos. Esto ha llevado a un debate intenso sobre la necesidad de regulaciones más estrictas que obliguen a los agentes a obtener órdenes de búsqueda antes de acceder a este tipo de información.
Además de las protestas políticas, el uso de tecnología de vigilancia también se dirige a grupos menos convencionales, como los activistas de derechos de los animales. La organización Direct Action Everywhere (DxE) ha sido objeto de atención, con múltiples agencias utilizando el sistema Flock para monitorear sus actividades.
El crecimiento en el uso de la vigilancia masiva por parte de las autoridades ha provocado un retroceso en la libertad de manifestación; la recolección de datos de todos los vehículos que se acercan a protestas crea un efecto disuasorio sobre quienes deseen participar. Muchos abogados y activistas demandan el cierre de estos sistemas, argumentando que toda persona debería tener el derecho de alzar su voz contra las injusticias sin ser registrada en una base de datos.
Fuente: EFF.org





