La ofensiva de Israel en Gaza ha sido calificada como un acto de genocidio por un nuevo informe del Comité Especial de la ONU encargado de investigar las prácticas israelíes. Este organismo, establecido en 1968, denuncia que las acciones de Israel son consistentes con características genocidas y que se están utilizando métodos como la hambruna para infligir un castigo colectivo a la población palestina. Desde el inicio de la guerra el 7 de octubre de 2023, se estima que al menos 43.736 palestinos han muerto y más de 103.370 han resultado heridos, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad en Gaza.
El informe, que se presentará a la Asamblea General de la ONU el 18 de noviembre, subraya la «masiva mortandad entre civiles» y los «condiciones que amenazan la vida» impuestas intencionalmente contra los palestinos. Los miembros del Comité afirman que Israel ha respaldado públicamente políticas que privan a la población palestina de alimentos, agua y combustible, y que la interferencia en la ayuda humanitaria refleja un intento de utilizar los suministros como herramientas políticas y militares.
Además, se destaca que desde el comienzo del conflicto más de 25,000 toneladas de explosivos han sido lanzadas sobre Gaza, una cantidad que equivale al poder destructivo de dos bombas nucleares. Esto ha causado una devastación significativa, destruyendo infraestructuras vitales y provocando una crisis que pone en peligro a futuras generaciones.
Los miembros del Comité también expresan su preocupación por el uso de tecnologías avanzadas por parte del ejército israelí, como la puntería asistida por Inteligencia Artificial, que junto con el uso de armamento pesado, evidencian una falta de consideración por la seguridad civil. También condenan la creciente censura mediática y la represión de la disidencia en el contexto del conflicto, lo que dificulta la difusión de información precisa sobre la situación en Gaza.
Asimismo, el informe hace un llamado a la comunidad internacional para que cumpla con sus obligaciones legales y exija cuentas a Israel por las graves violaciones de derechos humanos y el sistema de apartheid en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental. La Oficina de Derechos Humanos en los territorios ocupados ha urgido a Israel a poner fin a los planes de desalojo de comunidades palestinas en Jerusalén, donde recientes demoliciones han dejado a varias familias sin hogar.
Estas acciones y la falta de respuesta de otros Estados ante el asalto en Gaza, junto con el apoyo militar continuo a Israel, son vistas como factores que socavan el sistema internacional basado en normas de derechos humanos y permiten que las atrocidades queden impunes.
Fuente: ONU últimas noticias
