Vivimos en un mundo muy globalizado, en el que el consumismo muchas veces nos arrastra y no nos deja ver nuestras verdaderas necesidades, un claro ejemplo es cuando pensamos en comprarnos un coche y nuestra economía dicta que el presupuesto es bajo lo que nos conduce a pensar si es mejor optar por un coche nuevo o por un vehículo de segunda mano.
Seguro que en mitad del dilema surgen argumentos a favor y en contra de cada opción. Un coche de segunda mano puede ser más propenso a averías, la garantía suele ser mejor, en el caso de un coche nuevo el coste es superior, el seguro también suele tener un coste más elevado. También en lo positivo, un coche nuevo te da más seguridad, fiabilidad, una mayor duración, en el caso del vehículo de segunda mano, te permite tener un coche con una inversión mucho menor y la consiguiente tranquilidad en cuanto a tu economía.
Cada caso es un mundo, pero en estos tiempos la economía es la que dicta que se adapta mejor a nuestras necesidades, si por ejemplo quieres un coche para moverte en trayectos cortos, quizás optar por un modelo tipo «Renault Clio segunda mano» es una buena opción que nos dará nuestro servicio y a un bajo coste fácil de financiar.
Si por otro lado tu situación está marcada por la necesidad de hacer trayecto largos, con un elevado número de kilómetros semanales, en este caso puede ser una buena opción optar por un vehículo nuevo que te de más garantía, fiabilidad y se adapte también en otros factores como el consumo.
En definitiva no hay que cerrarse a ninguna de las 2 opciones, todo dependerá de como se conjugan varios factores como son las necesidades de uso y la economía.
Imagen vía: Wikipedia