El hogar ha dejado de ser solo un refugio en el que pasar la mayor parte del tiempo en su interior. Con el aumento del teletrabajo y la búsqueda de una conexión más cercana con la naturaleza, los espacios exteriores han cobrado más importancia que nunca. Sin embargo, acondicionar estos espacios no siempre requiere de obras o instalaciones permanentes. A continuación, te presentamos cinco formas de aprovechar al máximo los exteriores de tu hogar de manera sencilla y económica.
En primer lugar, la organización de los muebles puede transformar radicalmente cualquier espacio exterior. Optar por muebles plegables o modulares permite reconfigurar el espacio según las necesidades del momento. Una mesa y sillas que se pueden guardar cuando no se utilizan, junto a cojines para el suelo, ofrecen comodidad sin ocupar demasiado espacio. Así, se puede crear un rincón acogedor para leer, o una zona de comedor al aire libre cuando se reciben visitas.
La siguiente propuesta es el uso de plantas y jardineras. No se requieren grandes modificaciones estructurales para traer un poco de verde al entorno. Las jardineras móviles o las macetas pueden colocarse estratégicamente para no solo embellecer el espacio, sino también aportar un entorno más fresco y natural. Elegir plantas de diferentes tamaños y tipos, desde suculentas a hierbas aromáticas, puede crear un ambiente agradables y funcional. Además, son perfectas para quienes desean iniciar un pequeño huerto urbano.
Por otra parte, la iluminación es clave para maximizar el uso del espacio exterior durante la noche. Las lámparas solares, guirnaldas de luces o faroles portátiles no solo añaden un toque decorativo, sino que crean una atmósfera acogedora. La correcta iluminación puede extender las veladas en el jardín o en el balcón, convirtiendo el espacio en un lugar perfecto para cenas bajo las estrellas o reuniones con amigos.
El mobiliario textil también juega un papel crucial. Apostar por alfombras de exterior, cojines y mantas puede dar un toque de calidez y estilo. Estos elementos no solo son confortables, sino que ayudan a delimitar espacios, creando zonas diferenciadas para relajarse, jugar o disfrutar de una comida al aire libre. Además, el uso de tejidos resistentes a la intemperie asegura su durabilidad y mantenimiento.
Finalmente, la incorporación de elementos decorativos como estatuas, fuentes o espejos puede dar una nueva vida a los espacios exteriores. Estos adornos pueden ser adquiridos en mercados locales o tiendas de segunda mano, lo que no solo es económico, sino que también permite personalizar el entorno según el estilo y preferencias de cada uno. Estos pequeños detalles son los que suelen aportar carácter al espacio.
En conclusión, aprovechar al máximo los espacios exteriores del hogar sin necesidad de llevar a cabo obras o instalaciones permanentes es perfectamente posible. Con organización, creatividad y unos pocos elementos clave, se puede transformar cualquier balcón, terraza o jardín en un refugio cómodo y atractivo, ideal para disfrutar del aire libre.