Casillas cumplió su papel, se estiró en un par de chutes desde fuera del área, sacando los dedos como podía y cuando todo el mundo estaba relajado con el resultado de 3-0 sacó un remate a bocajarro, por lo que demostró que él siempre está ahí, pero quizás poca gente se dio cuenta de lo que hizo en un saque de puerta, porque cuando el resultado reflejaba 1-0 y todos buscaban el segundo gol, comenzaron los primeros correcaalles, y en ese momento apareció el capitán de la selección española.
Iker vio que el balón salía por la línea de fondo y rápidamente pidió a todos sus compañeros que se tranquilizaran, que pararan el juego, que iban ganando y no había que tener prisa, un claro síntoma que no le gustaba mucho lo que hacían sus compñaeros, y es que en algunos momentos se estaba creando la necesidad de buscar el gol cuando ya se iba ganando, pues bien Casillas paró el partido 38 segundos y cuando sacó de puerta las cosas cambiaron, porque comenzaron los rombos y el toque, en definitiva, Iker Casillas aunque no se vea con sus paradas demuestra porque es el capitán.