Muy pocas veces me gusta hablar de la actuación de los árbitros, pero en esta ocasión en el partido de ida de los octavos de final de la Copa de rey Pérez Burrull se convirtió en el auténtico protagonista, puesto que no estuvo acertado, en algunas ocasiones por sus linieres y en otras por culpa suya, anulando dos goles y pitando un penalti algo dudoso cometido sobre Capel, por cierto el extremo sevillano fue el auténtico Rey Mago al conseguir marcar un gol, provocar la pena máxima y anotar otro que fue anulado injústamente.
Pep Guardiola puso en el campo una defensa poco normal y lo pagó caro, puesto que dejó en el campo a Daniel Alves, único titular al lado de Chygrynsky, que no acaba de acoplarse al juego del Barcelona, Gabi Milito, que fue sustituido en el segundo tiempo y Maxwell, aunque en el primer tiempo no hizo aguas, en el segundo fue un coladero, aprovechado por Renato, Perotti y sobretodo Capel, autor del primer gol en el minuto 60.
La alegría del Sevilla no duró mucho, ya que Ibrahimovic marcó a los diez minutos el gol del empate, pero Capel fue capaz de marcharse de Chygrynskiy, que le fue agarrando desde fuera del área hasta que entró en ella, donde el sevillano se tiró y el árbitro señaló la pena máximo, después Negredo, que había entrado por Koné hacía unos minutos, marcó el definitivo 1-2.