La Unidad del Pie de Policlínica Gipuzkoa y Podoactiva han compartido varias recomendaciones para prevenir o mitigar los efectos de la fascitis plantar, una condición que se vuelve más recurrente durante el verano debido al uso de calzado con suelas finas y poca sujeción.
La fascitis plantar se caracteriza por la inflamación de la fascia plantar, una banda de tejido grueso y elástico que conecta el talón con la zona metatarsal, ubicada debajo de los dedos. Este tejido juega un papel crucial en la biomecánica del pie. Cuando una persona sufre de fascitis plantar, experimenta un dolor intenso en el talón y el arco del pie, especialmente al caminar. Si no se trata adecuadamente, el dolor puede volverse crónico y difícil de manejar.
Se estima que alrededor del 10% de la población puede experimentar fascitis plantar en algún momento de su vida. Carlos Calero, podólogo de Podoactiva, explica que esta condición consiste en una degeneración e inflamación de la fascia plantar, provocada por factores como una mala pisada con exceso de pronación, pies cavos, sobrepeso y repetitivos impactos en el talón.
“El síntoma más típico de la fascitis plantar suele producirse cuando se intenta reanudar la marcha después de un descanso, generando un dolor agudo en la zona del talón que puede extenderse hasta el arco interno del pie”, detalla Calero.
Esta patología es especialmente común entre deportistas como corredores y futbolistas, pero también puede afectar a personas no deportistas, especialmente a partir de los 45 años. Además, es más frecuente en mujeres, debido al uso de calzados con tacón y zapatos excesivamente planos como bailarinas y merceditas.
La incidencia de la fascitis plantar también aumenta en verano, asociada al uso de calzados poco adecuadas, como chanclas o sandalias con suelas finas y escasa sujeción, de un grosor inferior a dos centímetros.
Es importante no confundir la fascitis plantar con el espolón calcáneo, que es una calcificación en el talón visible en radiografías y que genera dolor en dicha zona, dando la sensación de pisar un clavo. El espolón calcáneo puede ser una consecuencia de una fascitis plantar no tratada a tiempo, y su tratamiento suele requerir técnicas más invasivas, por lo que es crucial abordar la fascitis plantar temprano para evitar complicaciones mayores.
Javier Alfaro, director técnico de Podoactiva, recomienda realizar un estudio de la pisada previo, así como implementar estiramientos y fortalecimiento de la musculatura intrínseca del pie y de la musculatura posterior, lo que ayuda a mantener la fascia y el Sistema Calcáneo Aquíleo Plantar más relajados.
“El estudio biomecánico de la pisada incluye un análisis en camilla y el uso de plataformas baropodométricas para estudiar la postura en parado y caminando. En la Unidad del Pie de Policlínica Gipuzkoa contamos con una pista de 20 metros que nos permite analizar al paciente caminando y observar al atleta corriendo”, explica Alfaro.
Después de realizar este estudio, se efectúa un escaneo del pie con el sistema de alta precisión 3D Scan de Podoactiva, obteniendo un modelo virtual del pie del paciente. Esto permite la creación de plantillas totalmente personalizadas. Con este estudio biomecánico completo, se pueden identificar las causas de la fascitis plantar como el exceso de pronación, el pie cabo o una mala pisada, concluye Alfaro.
Para más información, se pueden consultar los videos de Carlos Calero y de Javier Alfaro en YouTube, proporcionados en la fuente original del comunicado.