Cadel Evans es uno de los ciclistas que siempre están en todas las quinielas para ganar una vuelta grande, porque posiblemente es el mejor contrarrelojistas de los que pelean por algo y después en la montaña se defiende muy bien, pero al final acaba quedándose en el podio sin conseguir nada, sin querer hacer una comparativa exhaustiva me recuerda mucho a Joseba Beloki, puesto que siempre era el rival de Lance Amstrong, pero no conseguía batirlo nunca.
El australiano aprovechó la oportunidad que la carrera del domingo le brindó para levantar los brazos y conseguir su primera gran victoria, gracias también a que Australia por primera vez en mucho tiempo compitió como una selección, hicieron un trabajo de equipo y dejaron a un lado las individualidades.
Con 32 años Cadel Evans entra en el mundo del ciclismo por ser campeón mundial, y por lo menos se le recordará por una gran victoria, puesto que hasta ahora solo sumaba podios, segundo en el tour de francia en dos ocasiones por detrás de Contador y Carlos Sastres y un tercer lugar en la vuelta a España de este año, por detrás de Valverde y Samuel Sánchez, ni siquiera conseguía ganar etapas en vueltas grandes, por eso sus ojos llenos de lágrimas cuando subió al podio de Mendrisio.