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Y, por fin, después de que BMW nos deleitara con un pequeño aperitivo en forma de vídeo, la marca bávara ha decidido presentarnos a todos el X6, que, estando basado en el X5, crea un nuevo segmento: los SUV coupé de lujo (SAV – Sports Activity Coupe). Su estética, que no difiere mucho de la del concept-car visto en el Salón de Frankfurt, es un tanto curiosa, por lo que no va a ser un fracaso.
El frontal, que presenta unas grandes tomas de aire con un diseño bastante agresivo, muestra unos faros, provinientes del BMW X5, que dotan al modelo de una deportividad lo suficientemente grande como para que te apartes si viene detrás de ti por la autopista.
Seguro que lo que más «interesa» es la parte trasera, pues es el elemento más escondido hasta ahora.
La versión de las imágenes, que seguramente es la más alta (5.0i) presenta unos grandes tubos de escape de forma rectangular (detalle) que, junto con los paragolpes y el pequeño spoiler situado en el maletro, son el acabado exterior que hacen de este SUV (o SAC, mejor dicho) un coche perfecto, pero que no comprará mucha gente si se mira la racionalidad de este coche.
El comentario anterior (lo de la racionalidad) lo que hecho porque dudo mucho que alguien compre un X6, que será 3.000€ más caro que el X5 y un poco más pequeño, valorando la habitabilidad del coche, entre otros. La caída del techo, como indica el título de la foto superior, es el elemento que más caracteriza al X6.
Uno de los elementos exteriores más curioso del BMW X6 es que, gracias a la caída del techo, el SUV se convierte en sedán de 4 puertas, carrocería nunca vista en un SUV. Por último, cabe destacar el tamaño de las ruedas.
Si nos ponemos a hablar de motores, la noticia más sorprendente es que habrá la opción de seleccionar un V8 diésel, motor nunca visto en BMW. El motor 4.4L ofrecerá 400 CV y 609 Nm de par motor. Si lo equipamos con el V8, el BMW X6 acelera de 0 a 100 km/h en sólo 5.3 segundos, y tiene una velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 km/h, limitación muy común en modelos de BMW, Mercedes y Audi.
También será posible equiparlo con el motor 3.0L (también con twin-turbo) que monta el BMW 335i, y que ofrecerá 300 CV y 406 Nm de par motor. En cuanto a los motores diésel, el 3.0d es el más bajo de la gama. Entregará 235 CV a 4.000 rpm, y un par motor de 520 Nm entre las 2.000 y las 2.750 rpm. Si equipamos el X6 con este motor, el «SAC» acelerará de 0 a 100 km/h en 8 segundos, y su velodidad máxima será de 210 km/h. El motor inmediatamente superior es el 3.5d, que se basa en el anterior con la única diferencia de que añade un turbocompresor (en total son 2). Éste nos entrega 286 CV a 4.400 rpm, y su punto álgido es entre las 1.750 y las 2.500 rpm, intervalo en el que el 3.5d entrega 580Nm. Acelera de 0 a 100 km/h en 6.9 segundos hasta llegar a los 236 km/h de velocidad máxima. Pasemos ahora al interior.
Como bien se puede apreciar, el BMW X6 tendrá cambio automático de seis velocidades, aunque no sabemos si será de serie o como opción. En el salpicadero aparecen detalles en fibra de carbono, que dan el toque final al interior del X6. Como se fabrica en EE.UU, el velocímetro y la temperatura están indicados en MPH y ºF, respectivamente.
Todas las versiones del BMW X6 incorporarán de serie el sistema xDrive AWD con control electrónico de distribución de la potencia. En condiciones normales, este sistema repartirá la potencia en un 40/60 % (ruedas delanteras y ruedas traseras, respectivamente).
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