El hecho de que prácticamente todo el planeta esté pendiente de un partido como el del miércoles, el hecho de que lo pierda y de que esté tan defraudado consigomismo porque no fue capaz de sentenciar la final, todo eso hace que Thierry Henry salga haciendo unas declaraciones tales como: «…no he jugado en España y nunca lo haré». Está claro que aún escuecen las paradas que Valdés le dedicó en la final.
Por otro lado tampoco se entiende que el delantero francés critique el juego del barça como hizo diciendo: «No ví la magia del Barcelona por ningún sitio».




Todo el año, los equipos, ya sea el Barcelona, ya el Arsenal trabajan con el objetivo de lograr títulos a sabiendas que solo unos pocos rozarán la gloria y que no gana siempre el que mejor juega porque esto no son matemáticas.
Siempre que se acerca un Mundial todos los aficionados españoles desenpolvamos nuestros trajes de seleccionador, se abren los debates sobre quien debería haber ido, quien no debería haber ido y sobre todo las alineaciones. Además en un mundo tan dependiente del marketing como es el fútbol nos empiezan a vender las opciones de la selección, los jugadores graban una canción, hacen anuncios, y un largo etc.




