Las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas se enfrentan a una grave crisis de liquidez debido al impago y retrasos en las contribuciones obligatorias de varios Estados miembros, siendo Estados Unidos uno de los principales involucrados. En respuesta a esta situación, el Secretario General ha dado instrucciones para que todas las misiones de paz implementen de inmediato planes de contingencia, que incluyen una reducción del 15% en sus presupuestos. Esto se traduce en una disminución del 25% de su capacidad operativa.
Los planes de contingencia, elaborados por cada misión, contemplan recortes en actividades, personal uniformado y civil, con el fin de evitar un colapso financiero en el ciclo presupuestario 2025-2026. Esta reducción impacta directamente en la implementación de mandatos del Consejo de Seguridad y provoca retrasos en los reembolsos a los países que contribuyen con tropas y equipamiento, además de reducir drásticamente la presencia de la ONU en los países anfitriones.
Se estima que se llevará a cabo la repatriación del 25% del total de tropas y policías, lo que representa entre 13,000 y 14,000 efectivos. La medida también afectará negativamente el desarrollo económico de los países en los que opera la ONU, ya que su personal genera empleos y demanda de bienes y servicios locales. Además, se contemplan cierres de bases y terminaciones de contratos, lo que añade un desafío logístico significativo comparable al cierre de grandes misiones, como la MINUSMA en Mali.
Este difícil escenario se agrava en un contexto global donde el número de conflictos activos ha alcanzado cifras récord, con 61 conflictos registrados en 2024. Las operaciones de paz de la ONU siguen siendo esenciales para manejar esta compleja realidad y asegurar la estabilidad, a pesar de las limitaciones financieras.
Particularmente afectada será la Misión de Apoyo de la ONU en Somalia (UNSOS), que enfrenta una reducción drástica del 40% en su presupuesto en un período de solo ocho meses. Esto pone en riesgo el apoyo al gobierno federal en un entorno ya de por sí complicado.
El presupuesto aprobado para el período 2025-2026 es de 5,400 millones de dólares, aunque se espera que la ONU solo pueda recaudar entre un 83% y un 84% de esa cantidad, dejando un déficit proyectado de aproximadamente 880 millones de dólares. La contribución de Estados Unidos, que representa más del 26% del total, se ha visto obstaculizada por retrasos en los pagos. Aunque el gobierno estadounidense ha confirmado la disponibilidad de 680 millones, esto todavía no cubre el déficit.
Desde la Secretaría de la ONU se ha reiterado que la única forma sostenible de mantener las operaciones de paz es asegurando el pago completo y puntual de las contribuciones por parte de todos los Estados miembros. Pese a las dificultades actuales, la ONU continúa comprometida con la paz y la seguridad global, buscando mejorar la eficacia y eficiencia de sus misiones en consonancia con su estrategia de reforma.
Fuente: ONU últimas noticias
