Era el día de la presentación del Real Madrid ante su afición, era el Trofeo Santiago Bernabéu, y por supuesto, la afición tenía la posibilidad de valorar los nuevos fichajes del club blanco y el estilo de juego que quiere poner Mourinho, y sinceramente, faltó muchas cosas, tan solo un gran detalle de calidad de Di Maria en el segundo tiempo, sirvió para que el marcador dejara de estar empatado a 0, justo antes el equipo visitante pudo adelantarse en el marcador, pero el remate de Sousa estaba invalido por fuera de juego, el linier acertó.

Jugadores como Özil o Khedira están faltos de forma y ritmo, se les nota que todavía no han encontrado el tono, mientras que Xabi Alonso tuvo dos caras, al lado del alemán donde no tenía tanta libertad y en el segundo tiempo cerca de Gago, ahí se vio al mejor Xabi, aunque duró poco, ya que el argentino se tuvo que marchar con un fuerte dolor en la rodilla, su lugar en el campo lo ocupó Di Maria, que fue la gran sensación.

El extremo argentino se lanzó un autopase, se plantó ante el defensa del Peñarol, le hizo un recorte hacía dentro, otro hacía fuera y con la punta del pie izquierdo consiguió marcar, y dedicar su gol con un corazón, después Van Der Vaart, que sigue haciendo méritos para quedarse, marcó de penalti el segundo y definitivo gol.