Ha sido épico, grandioso, para la historia del fútbol. Pasarán los años y si queremos echar una ojeada a anteriores ediciones de la UEFA Champions League nos detendremos recordando éste partido. Tras el 2-1 al final de los 90 minutos reglamentarios llegó la prórroga, y tras sus 30 minutos, una tanda de penaltis. Antes de lanzar desde los once metros pasaron muchas cosas…
El inicio del Madrid, con el mismo once de la ida salvo Marcelo, que sustituyó a Coentrao, fue trepidante, fulgurante. Toque rápido, acumulación de hombres arriba, llegada, pisando área. En el minuto 4 balón cruzado de Marcelo y la volea de Di María acabó en el brazo de Boateng. Cristiano transformó el penalti. Cosas de cara. Siguió el Madrid, persistió, quería más en su casa, la sentencia. Un balón suelto lo cazó Özil en tres cuartos de campo, sirvió a Ronaldo y 2-0. Con qué facilidad lo hicieron, algo harto difícil. Pillaron a la defensa del Bayern, su punto débil.
Y el partido cambió. El Bayern cogió el balón, se apoderó del mediocampo y tomó el mando del partido, empezando a ser superior al Real Madrid. Querían final en casa. Pepe agarró a Gómez, que no pudo ser controlado por la zaga blanca en los momentos del primer tiempo en que dominaban los visitantes. El penalti es claro, y Robben, que no finalizó anteriormente una gran jugada de Alaba porque el balón no le cogió cómodo (hubiera sido el 1-1), marcó el penalti. 2-1, habría prórroga pero quedaba más de una hora. El holandés erró una pena máxima contra el Dortmund en Bundesliga que hubiera mantenido vivo a su equipo por el título, siendo el 1-1 en el Signal Iduna. Esta vez la tocó Casillas pero entró.
El Bayern seguía controlando. Fue mejor en la segunda parte, realizando un partido muy completo. Sujetó bien al Madrid, y cuando todos buscábamos el desequilibrio en las bandas con Ribéry y Robben desde antes de la ida, el mediocampo del Bayern se hizo dueño y señor del encuentro. Luiz Gustavo, pero sobre todo Schweinsteiger y Kroos, fueron los mejores. En especial, el último si hay que quedarse con alguien.
En la prórroga el Madrid se estiró. En el tiempo reglamentario solo hubo un cambio, en las filas blancas entró Kaka’. Algo tremendo, creo que el partido pedía un jugador del Madrid en mediocampo bastante antes para contrarrestar el poder de los de Heynckes. Los locales agotaron sus balas en el tiempo extra pero no se movió el marcador.
En los penaltis empieza lanzando el Bayern. Los dos en el tiempo reglamentario entraron. En la tanda cambió algo. Alaba marcó. Neuer se lo paró a Ronaldo. Mario Gómez marcó. Neuer se lo paró a Kaka’. Ambos los detuvo abajo y a su derecha espléndidamente. Casillas se lo paró a Kroos. Alonso anotó. Casillas volvió a detener, ahora a Lahm en el duelo de capitanes. Pero Ramos lo lanzó muy alto y Schweini lleva con su gol al Bayern a la final. En casa.
Es inevitable recordar algunas máximas. No siempre es así, porque en el fútbol nada funciona con lógica, pero son mundialmente conocidas y marcan el partido. Se dice que los partidos se ganan en el mediocampo. Y se dice que quien lanza primero en la tanda lleva ventaja.
Cualquiera que hubiera pasado lo hubiera merecido. El Bayern controló el partido. Es justo vencedor. Fue épico.