El Atlético de Madrid cosechó un importantísimo triunfo en el Olímpico de Roma para dar un paso de gigante hacía los octavos de final de la Europa League. La Lazio se adelantó en el marcador, los rojiblancos supieron rehacerse y fruto de ello consiguieron dar la vuelta al partido en menos de quince minutos. Doblete del “tigre” Falcao y sublime actuación de Adrián.
Desde el pitido inicial el conjunto rojiblanco empezó a dominar el partido teniendo la posesión y desplegando un buen fútbol. La Lazio parecía entregarle el balón para esperar en su campo y salir al contragolpe buscando una genialidad de alguno de sus jugadores de más talento. El equipo ha dado un cambio espectacular desde la llegada del Cholo Simeone, nada tiene que ver ya con aquel equipo indeciso, que no jugaba a nada, y sobre todo, que no sabía ganar los partidos.
Viejos fantasmas se aparecieron otra vez al llegar el 1-0 al marcador. Dominaban el encuentro y las ocasiones, pero se encontraron con un gol en contra en el minuto 19. Courtois no acertó a atajar un disparo lejano, dejó el rechace en el centro del área y el caza goles Klose no falló. Este es el primer gol encajado desde la llegada del nuevo técnico y la primera cantada del portero Belga en su estancia en el Atleti.
El empate llegó por medio del asturiano Adrián que recogió en el área pequeña un cabezazo de Falcao para marcar a placer. Apenas 6 minutos después del gol lazial se puso las tablas de nuevo en el marcador. La superioridad rojiblanca iba en ascenso, el 60% de la posesión era para ellos. Un taconazo del mismo protagonista, Adrián, sirvió para que Diego controlara con el pecho, se internará en el área e intentara chutar, pero fue defectuoso y se convirtió en una excelente asistencia para que Falcao no fallase. 1-2 en el marcador que establecía la tranquilidad otra vez en los madrileños. Con este resultado se llegaba al tiempo de descanso.
En la reanudación la Lazio no pareció rendirse, y a diferencia de lo que ocurrió en el primer tiempo, fue al ataque y empezó a tener el control del partido. El fútbol a veces es justo, y permitió al Atlético de Madrid poner el 1-3 definitivo. Otra vez Adrián, cuajó un excelente partido volviendo loco a los defensas rivales, se internó por la banda derecha y se deshizo de su par apurando línea de fondo para servir en bandeja a Falcao para que metiese su segundo gol. El resto del partido fue un monólogo rojiblanco.
