Se trata de un coche de excelentes proporciones, bastante armonioso en su diseño, se presenta de manera agresiva ante un público que se cautiva cada vez que descubre un detalle más en el fabuloso equilibrio que contiene.
La carrocería ciertamente propende a un diseño ovalado, el cual no necesariamente termina en contornos redondos, pero de ninguna forma incorpora vértices filosos o demasiado abruptos. Tal y como se ha descrito el modelo a rasgos generales, la incorporación de los focos delanteros y el corte de la toma de aire principal, tienen un aspecto redondeado.
Las entradas de aire de este Aston Martin se aprecian bastante deportivas, dividiéndose la principal en dos, la superior extensa y delgada, aunque con una forma deportiva, se presta delicadamente para el juego de líneas y volúmenes que presenta el capó. Asimismo la entrada de aire inferior es más ancha y no posee juego de líneas o volúmenes. Existen dos entradas de aire pequeñas ubicadas al final del cabo, casi tocando el parabrisas, las cuales están sobre uno de los volúmenes importantes en el diseño.
Dentro de los detalles que se pueden destacar en el modelo, se encuentran los dos focos delanteros con un diseño redondeado el cual queda perfecto con el concepto general que presenta el Aston Martín DB7. Los cortes de ventana son similares a otros modelos deportivos de la misma fábrica, aunque no por eso menos atractivos e innovadores. Quizás uno de los detalles interesantes en este tipo de coches, es la ausencia de un paragolpes protuberante, dando paso a un diseño agresivo, preciso y por sobre todo amante del buen estilo. Extraordinario trabajo el del Aston Martín DB7.