Quizá la mayor cualidad de este artículo no sea la inmediatez, pero espero que sea la gratitud. Y lo cierto es que debo agradecer a Israel, a Brett y a Alejandro de SensaCine que me invitaran al primer Community Day de amigos de SensaCine en Madrid el pasado 2 de julio, ya que fue un gustazo poder conocer en persona a todo un séquito de gente que hasta ahora eran letras, mails y comentarios sobre cine.
De esta forma pude reencontrarme con Carlos, amigo y director de la revista Cinemascómics de la cual soy colaborador, y conocer a sus compañeros David y Agustín. También coincidimos con Rafa de Cineralia y con su mujer, Emilio de Mis críticas de películas, Raquel de Quiero cine, a Laura y a Dani de Cinedania, a Susana y a su marido, a Ramon de Galax Pictures, a Joaquín de De Fan a Fan y a tantos otros de los que no consigo recordar el nombre porque soy así de lerdo y soy olvidadizo con ellos, pero si leéis esto, prometo que os iré siguiendo en vuestros blogs.
El día fue realmente maravilloso, a pesar de mi trote particular de tener que levantarme a las 4 de la mañana y llegar a casa a la una de la madrugada del día siguiente. Centrados en Madrid, nuestro encuentro fue en el edificio Torre Europa, donde están las oficinas de la Universal, y donde pudimos ver en primicia la película Paul, una suerte de homenaje distendido al cine de ciencia-ficción ochentero de la mano de los inseparables Simon Pegg y Nick Frost (Zombies Party, Arma Fatal).
Continuamos la jornada comiendo todos juntos en el restaurante Nihil Prius, en pleno centro de Madrid, donde pudimos conocernos un poco y hablar de la actualidad cinematográfica con la inestimable compañía del vino y una comida entre espectacular y extraordinaria. Tuvimos interesantes conversaciones como por ejemplo sobre cual es la función del 3D, ¿que te tiren objetos a la cara o una herramienta para acentuar el juego de perspectivas y la profundidad de campo? Ahí os dejo la pregunta por si queréis participar.
La comida terminó con un Trivial por grupos en el que lo importante, ejem, era participar y en el que todos nos llevamos premios, aunque resulta evidente que estaba amañadísimo y que hubo más Villarato que en la Liga (nota mental: creo que tengo mal no-ganar), pero bueno, lo pasamos muy bien. Bromas a parte, tengo que decir que fue un lujo compartir el día con toda esta gente y conocerlos en persona. Hacia las 6 de la tarde empezamos a separarnos, pero algunos todavía tuvimos tiempo para darnos una vuelta por el desfile del Orgullo Gay que se estaba celebrando esta misma tarde en Madrid. Yo tuve que irme, pero los que seguisteis la fiesta espero que lo pasarais en grande.
De cara al año que viene espero poder repetir y coincidir con más compañeros (como el amigo Diego Sánchez, de Planta 13) que por motivos varios no pudieran asistir al evento.