En 2022, la ayuda financiera proporcionada por los gobiernos a hogares y estudiantes en la Unión Europea alcanzó un promedio de €533 por alumno en educación secundaria superior y educación post-secundaria no terciaria, mientras que para la educación terciaria la cifra se elevó a €1 766. Estos datos reflejan las diversas políticas educativas implementadas en los distintos países miembros.
Los valores más altos de ayuda financiera para la educación terciaria se registraron en Dinamarca, donde el apoyo por estudiante alcanzó los €8 024, seguido de Irlanda con €5 692 y Suecia con €4 948. En contraste, Grecia, con apenas €20, y otros países como Croacia y Chequia, con €97 y €115 respectivamente, reflejan una significativa brecha en el apoyo financiero.
En el ámbito de la educación secundaria superior y la educación post-secundaria no terciaria, los Países Bajos lideran con una ayuda promedio de €1 790 por alumno. Suecia y Dinamarca también se sitúan en los primeros lugares con €1 741 y €1 644. Sin embargo, la situación es mucho más difícil en países como Croacia, donde la ayuda es de solo €7, seguida de Polonia y Hungría, con €16 y €76 respectivamente.
A nivel general, los datos indican que la ayuda financiera a hogares y estudiantes es superior para la educación terciaria en la mayoría de los países de la UE. No obstante, excepciones notables incluyen a Bulgaria, Chequia, Letonia y Eslovenia, donde la tendencia se invierte.
Estos números no solo subrayan las disparidades en el apoyo financiero a la educación en Europa, sino que también plantean preguntas sobre la equidad en el acceso a la educación de calidad y las oportunidades futuras que se ofrecen a los estudiantes según el país en el que residan.