En 2024, la violencia sexual como táctica de guerra y represión política alcanzó niveles alarmantes, afectando a más de 4,600 personas, lo que representa un aumento del 25% en comparación con el año anterior. Estas cifras fueron documentadas en el informe anual del Secretario General de la ONU sobre Violencia Sexual en Conflictos, el cual se publicó este jueves. Aunque estas estadísticas son escalofriantes, el informe aclara que solo reflejan los casos verificados en 21 países, sin incluir denuncias de otras regiones como Ucrania y los territorios palestinos ocupados, donde la ONU no ha podido comprobar los hechos debido a restricciones de acceso.
Las mujeres y niñas son las principales víctimas de esta violencia, constituyendo el 92% de los casos reportados. No obstante, el problema se extiende a hombres y niños, así como a personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género, minorías raciales y étnicas, y personas con discapacidad. En numerosas ocasiones, las víctimas son ejecutadas tras sufrir abusos, lo que perpetúa el ciclo de brutalidad en conflictos.
El informe advierte sobre el trauma continuo que enfrentan los sobrevivientes, quienes son frecuentemente estigmatizados y enfrentan exclusión socioeconómica, afectando no solo a ellos, sino también a sus familias. Asimismo, se observa un preocupante aumento de la violencia sexual contra personas detenidas, que se utiliza como una forma de tortura y humillación.
La violencia sexual se ve alimentada por factores como la disponibilidad de armas pequeñas, los desplazamientos masivos y la inseguridad alimentaria, que exacerban la exposición de mujeres y niñas a este tipo de atrocidades. En total, 63 actores estatales y no estatales han sido identificados con credibilidad por sus patrones de violencia sexual en contextos de conflicto.
Este año se incluyó en la lista de perpetradores a un grupo armado en la República Democrática del Congo, junto a dos actores estatales de Libia y Hamas, que fueron señalados por su implicación en la violencia sexual durante el cautiverio de rehenes. Además, por primera vez, el informe advierte a Israel y Rusia sobre su posible inclusión en futuros listados debido a patrones de violencia sexual asociados a sus fuerzas.
La ONU reiteró su llamado a la acción para prohibir la violencia sexual y garantizar la rendición de cuentas, insistiendo en que las víctimas necesitan más que solidaridad. “Les debemos una vida digna y medidas efectivas para prevenir y erradicar estos crímenes”, concluyó la representante especial.
Fuente: ONU últimas noticias