Desde el comienzo de la respuesta militar de Israel al ataque mortal de Hamas del 7 de octubre, empresas con sede en Estados Unidos como Google y Amazon han enfrentado crecientes presiones para esclarecer la naturaleza de los servicios que proporcionan y sus relaciones con las fuerzas israelíes involucradas en esta respuesta militar. Esta demanda de transparencia surge en un contexto donde se han denunciado supuestos crímenes de guerra y un masivo seguimiento a civiles y refugiados en lo que muchas organizaciones internacionales consideran una ocupación ilegal.
Las declaraciones de Google sobre los derechos humanos afirman que la compañía se guía por estándares reconocidos internacionalmente y se compromete a respetar los derechos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Por su parte, Amazon afirma que su enfoque en derechos humanos está informado por los estándares internacionales y apoya las convenciones fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sin embargo, las recientes investigaciones sugieren que estas empresas pueden no estar cumpliendo con sus propias promesas.
Recientemente, se reveló que el ejército israelí ha estado almacenando información de inteligencia en los servicios de nube de Amazon, debido a que el volumen de datos recopilados a través de la vigilancia masiva de los palestinos en Gaza excedía la capacidad de sus servidores militares. Además, el comandante de la unidad de sistemas de computación de Israel confirmó que el ejército utiliza servicios de almacenamiento en la nube y de inteligencia artificial de empresas tecnológicas civiles, incluyendo Google y Microsoft.
La controversia sobre la implicación de Google y Amazon en la respuesta militar israelí no es nueva; en 2021, ambas compañías firmaron un contrato de 1.2 mil millones de dólares conocido como Project Nimbus, para proporcionar servicios de computación en la nube y herramientas de aprendizaje automático a las fuerzas israelíes. A pesar de las afirmaciones de Google de que este proyecto no tiene fines militares, el ejército israelí ha reconocido abiertamente que Nimbus les ha ayudado a llevar a cabo operaciones militares.
Junto a este proyecto, informes sugieren que el ejército israelí utiliza tecnología de reconocimiento facial en la Franja de Gaza, incluida una herramienta de Google Photos, lo que plantea serias dudas sobre el uso de servicios de propósito general para facilitar abusos a los derechos humanos.
Con base en la información limitada que circula, es evidente que hay motivo de preocupación respecto a la implicación de estas empresas en violaciones de derechos humanos. Google y Amazon necesitan aclarar urgentemente el uso de sus tecnologías en Gaza y demostrar cómo están cumpliendo con sus principios de derechos humanos y estándares internacionales. La comunidad internacional sigue a la expectativa de respuestas claras y acciones responsables por parte de estas corporaciones tecnológicas.
Fuente: EFF.org