El informe de Randstad Research de noviembre de 2022 revela que la rotación laboral media en las empresas españolas en 2022 fue del 17%. Sin embargo, algunas regiones como Cataluña, la Comunidad Valenciana, Asturias, el País Vasco y la Comunidad de Madrid registraron tasas inferiores. Los principales motivos para cambiar de trabajo incluyen mejores oportunidades laborales en otra empresa (77%), el riesgo de trabajar en un sector en crisis (31%) y la falta de aumento salarial (24%). Sectores como la hostelería, agricultura, ganadería, pesca y otros vinculados a salarios más bajos experimentan mayor movilidad laboral.
Manel Fernández Jaria, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), señala que hay dos picos en el cambio de trabajo: inicio de año y comienzo del curso escolar. Estos cambios se deben a reflexiones personales sobre la vida y el futuro, establecimiento de objetivos profesionales, cambios en las prioridades personales y nuevas oportunidades laborales con el inicio del año.
Enrique Baleriola, también de la UOC, identifica seis motivos comunes para el cambio de trabajo: desmotivación, conciliación familiar, teletrabajo (especialmente importante para las generaciones más jóvenes), buen clima laboral, oportunidades de desarrollo personal y mejora salarial.
Sin embargo, las nuevas generaciones no siguen la tendencia de cambiar de trabajo en momentos específicos, sino cuando surge una oferta más atractiva que priorice el equilibrio entre la vida laboral y personal. Los factores que influyen en su decisión de cambio incluyen la flexibilidad laboral, el salario y las compensaciones, la cultura empresarial, el bienestar social y los cambios en el mercado laboral.
Baleriola apunta que los jóvenes son más proclives a cambiar de trabajo debido a su menor número de compromisos y responsabilidades. Por otro lado, cambios vitales personales, crisis económicas o cierres de empresas pueden impulsar a trabajadores de más edad a buscar nuevos empleos. Las señales de que es momento de cambiar de trabajo incluyen la falta de perspectivas de cambio en la situación personal y psicológica, ya sea por factores empresariales o personales.
Para retener a los trabajadores, las empresas deben considerar factores como la seguridad psicológica, la confianza y fiabilidad, la claridad en los roles, el significado del trabajo y el impacto positivo del mismo. Fernández Jaria sugiere que las empresas deben evaluar periódicamente los factores psicosociales y alinear a las personas y equipos con la cultura, el propósito y los valores de la empresa, además de diseñar estrategias de dirección y gestión de personas que minimicen el impacto negativo de factores como la carga laboral o el estilo de liderazgo.