10.000 millones de dólares y una década consiguiendo que el mundo valore la música

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En el año 2014, la industria musical tocó fondo cuando los ingresos por música grabada alcanzaban los 13.000 millones de dólares. En esa época, Spotify colaboraba con 1.000 millones de dólares, gracias a sus 15 millones de suscriptores de pago. En este año 2024, Spotify ha aportado 10.000 millones, lo que supone un total de casi 60.000 millones de dólares desde su creación.

Esto se debe a que el sistema que hemos construido juntos está funcionando y el punto en el que nos encontramos ahora es solo el principio. Hoy hay más de 500 millones de suscriptores de pago en todos los servicios de streaming de música. Un mundo con mil millones de oyentes de pago es un objetivo realista que deberíamos fijarnos colectivamente.

Haciendo crecer el pastel

Existe un próspero mercado de servicios de streaming para distintos tipos de consumidores, cada uno contribuyendo a normalizar el comportamiento de pagar por escuchar música en streaming. Ha sido un esfuerzo colectivo, pero hay algunas cosas específicas de Spotify que hacen que no solo sea el servicio de streaming por suscripción más popular, sino también el que más paga. 

  1. La retención es la prioridad número uno, y se logra mediante la personalización, la selección y la innovación de los productos. A los fans les gustan las recomendaciones, la selección editorial experta y los momentos sorpresa como AI DJ, daylist y Wrapped, así como el acceso a contenidos no musicales. Vuelven una y otra vez, descubren nuevos artistas y mantienen sus suscripciones.
  2. Ofrecemos una suscripción gratuita con publicidad, mientras que otros servicios no lo hacen. Además de los ingresos publicitarios que esto genera, más del 60% de los suscriptores premium fueron en su día usuarios de la suscripción gratuita. Atraer a usuarios que no esperan pagar por la música y reforzar su compromiso significa que serían más propensos a convertirse en suscriptores de pago en el futuro.
  3. Estamos disponibles en más mercados y a precios adaptados para conectar con las personas en donde se encuentren. Hace una década, era común creer que había mercados imposibles de monetizar. Sin embargo, el camino para lograr que el mundo pague por la música implica realizar inversiones a largo plazo. Hoy estamos observando un enorme crecimiento en mercados como India, Brasil, México y Nigeria. Son lugares en los que nuestras inversiones están dando sus frutos.

    Ese es nuestro plan y está funcionando. 

    Impulsando las carreras de los artistas más allá de las superestrellas

    Hace poco leí un dato del economista Will Page que decía que en un solo día se publica más música que en todo 1989. En la era previa al streaming, solo había dos opciones: o estabas dentro o fuera del “club”. Si no tenías un contrato con una discográfica o los medios para distribuir tu música por todo el mundo, no eras parte de los pocos miles de artistas cuyas obras estaban en las estanterías de las tiendas de discos o de los 40 que sonaban en la radio.

    Ahora, puedes grabar algo hoy y tenerlo disponible mañana en Spotify. Todo el mundo está invitado. Aún mejor, los pagos dentro de la industria musical han pasado de estar concentrados en unas pocas figuras destacadas a formar parte de un ecosistema cada vez más diverso y creciente de artistas que encuentran el éxito.

    Por ejemplo, estimamos que, en 2014, alrededor de 10.000 artistas generaban al menos 10.000 dólares al año en Spotify. Hoy, más de 10.000 artistas generan más de 100.000 dólares al año solo con Spotify. Eso es algo extraordinario.

    Consideremos esto: el informe de la IFPI del año pasado indicaba que Spotify aporta aproximadamente un tercio de los ingresos globales por streaming de música grabada. Sin embargo, un estudio reciente de MIDIA Research sobre sellos y distribuidores independientes representa más de la mitad de los ingresos por streaming de los independientes. Esto demuestra que el modelo de Spotify está creando más espacio para que más artistas encuentren el éxito y puedan construir carreras sostenibles en la música, marcando un cambio real en el negocio musical.

    ¿Hacia dónde nos dirigimos ahora?

    Sin ninguna duda, esta ha sido una década de transformación sin precedentes. El valor mundial de los derechos de autor musicales asciende hoy a 45.500 millones de dólares. Una década después de su punto más bajo, ¿cuántas otras industrias han experimentado este tipo de resurgimiento? 

    Nuestro objetivo es ayudar a los artistas a hacer llegar su trabajo a los fans actuales y futuros, seguir innovando en su nombre y ofrecerlo de una forma que anime a las personas a pagar por él. Precisamente la incorporación de más suscripciones de pago es lo que ha multiplicado por diez nuestros pagos a industria durante la última década.

    Alcanzar los 1.000 millones de suscriptores de pago en todos los servicios de streaming será un esfuerzo de colaboración que requerirá innovación, asociaciones estratégicas y una atención constante a ofrecer un valor excepcional a los fans de la música de todo el mundo. Es un objetivo que estamos seguros de poder lograr juntos.