En una gala abierta al público, celebrada en la tarde del 6 de junio en el Auditorio del Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha, en Cuenca, el Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha (COACM) entregó los II Premios A&U de la región. El evento, que congregó a más de 200 personas, entre arquitectos y diversas personalidades de ámbitos locales, provinciales, regionales y nacionales, celebró la excelencia en la arquitectura y el urbanismo de Castilla-La Mancha.
Los premios, reinstaurados en 2022, se han consolidado como un importante reconocimiento bienal que recorre diferentes provincias de la región, con el propósito de dar a conocer la calidad y creatividad en la arquitectura local. La decana del COACM, Elena Guijarro, destacó que estos galardones son considerados “nuestros Goya” y resaltan no solo el diseño, sino también aspectos como la accesibilidad y la eficiencia energética.
El acto fue conducido por la presentadora Esperanza Santos, amenizado por un dúo de violines, y contó con la intervención de diversas autoridades. La presidenta del CSCAE, Marta Vall-llosera, subrayó la importancia de estos premios para visibilizar el valor de la arquitectura en la sociedad, mientras que Alberto Campo, premiado por su trayectoria, expresó su gratitud y enfatizó la necesidad de reconocer la diversidad de talentos en el ámbito arquitectónico.
El premio a la mejor obra nueva residencial fue otorgado a la ‘Casa de Campo’ en Zafra de Záncara, Cuenca, de Estudio Canobardin, destacada por su integración en el paisaje y su contribución al desarrollo local. Otros premiados incluyeron proyectos en categorías como rehabilitación, urbanismo y paisaje urbano, con menciones a la intervención urbana en Talavera de la Reina y la Sala Velatorio Municipal en Casas de Lázaro, Albacete.
El evento también sirvió para premiar jóvenes arquitectos, como el galardón otorgado a ‘CEI Amapola’ en Galápagos, Guadalajara, obra de OCA Arquitectos, y fomentar la diversidad profesional a través de reconocimientos como el montaje expositivo para el VIII Centenario de Alfonso X el Sabio en Toledo.
La gala finalizó con la mención especial de la trayectoria profesional a Alberto Campo Baeza, cuyas palabras de agradecimiento y referencias culturales sellaron una velada dedicada a la celebración de la arquitectura de Castilla-La Mancha, una disciplina que no deja de evolucionar y aportar valor a la sociedad.
