InicioDecoraciónDe Terraza Olvidada a Espacio Familiar Multifunicional: Una Reforma Sencilla y Económica

De Terraza Olvidada a Espacio Familiar Multifunicional: Una Reforma Sencilla y Económica

En solo unas pocas semanas, una familia del barrio de Las Delicias ha transformado su terraza, antes descuidada y sin uso, en un moderno y acogedor espacio polivalente. Lo sorprendente de esta renovación es que no solo fue extremadamente rápida, sino también de bajo coste, lo que demuestra que grandes cambios no siempre requieren inversiones significativas.

La iniciativa surgió cuando Marta González, cansada del desorden y la inutilidad del espacio, decidió que era hora de darle un uso más eficiente y atractivo. «No podíamos seguir desperdiciando un área con tanto potencial. La terraza estaba llena de trastos viejos y era realmente inhóspita», comenta Marta.

Con la ayuda de su marido, Javier López, y un par de amigos que se ofrecieron a colaborar, la familia comenzó por limpiar a fondo la terraza, desechando objetos que ya no tenían valor. Posteriormente, acudieron a tiendas de bajo coste para adquirir mobiliario modular y versátil. Una mesa plegable, sillas de plástico resistente y un conjunto de estantes flotantes fueron algunas de las adquisiciones claves.

Para abordar el problema del suelo, que estaba muy deteriorado, optaron por colocar césped artificial. «Pensamos en poner baldosas, pero el césped artificial era más asequible y fácil de instalar. Además, le da un toque verde que nos encanta», explica Javier.

La decoración final fue el toque mágico que terminó por transformar el ambiente. Unas cuantas plantas en macetas económicas, luces LED de exterior y cojines coloridos consiguieron un ambiente relajado, perfecto para cualquier actividad. «Queríamos que fuera un espacio adaptable. Ahora podemos usarlo tanto para una cena familiar, como para que los niños jueguen o incluso montar una pequeña oficina al aire libre», menciona Marta, orgullosa del resultado.

La familia ha recibido numerosos elogios de vecinos y amigos que han quedado impresionados con la transformación. «No puedo creer que esta sea la misma terraza que vi el mes pasado», comenta Ana, una vecina del edificio. «Es un claro ejemplo de que con un poco de creatividad y esfuerzo, se pueden lograr grandes cosas sin gastar una fortuna».

Esta historia nos recuerda la importancia de reconsiderar espacios que damos por perdidos y la posibilidad de renovarlos sin necesidad de un gran desembolso económico. Para Marta y Javier, la recompensa ha sido doble: no solo han ganado un nuevo espacio funcional, sino que también han disfrutado de un proyecto familiar que ha unido aún más a la familia.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

MÁS POPULARES