Un nuevo informe conjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) alerta sobre la grave situación de inseguridad alimentaria en cinco focos críticos alrededor del mundo, donde millones de personas están en riesgo inminente de hambruna extrema. La situación exige una acción humanitaria urgente y coordinación internacional para mitigar conflictos, detener desplazamientos masivos y organizar una respuesta de ayuda que aborde la crisis alimentaria.
El informe, titulado “Hunger Hotspots”, identifica como principales focos de preocupación a Sudán, Palestina, Sudán del Sur, Haití y Malí. Las comunidades en estas regiones enfrentan niveles catastróficos de inseguridad alimentaria aguda, atribuibles a la intensificación de conflictos, crisis económicas y desastres naturales. Según el director general de la FAO, Qu Dongyu, «el hambre hoy no es una amenaza lejana, es una emergencia diaria para millones de personas».
En Sudán, la hambruna se ha consolidado desde 2024 y se prevé que continúe debido al conflicto y traslado forzado de personas. Aproximadamente 24,6 millones de habitantes se enfrentarán a una severa inseguridad alimentaria, con 637,000 en niveles críticos hasta mayo de 2025. En la Franja de Gaza, se estima que toda la población, alrededor de 2,1 millones de personas, sufrirá de inseguridad alimentaria aguda y 470,000 se enfrentarán a niveles de catástrofe en los próximos meses debido a las operaciones militares y la falta de capacidad para recibir ayuda.
Sudán del Sur, profundamente afectado por tensiones políticas y desastres naturales, verá a 7,7 millones de personas enfrentando altos niveles de inseguridad alimentaria, y 63,000 de ellas en niveles de catástrofe. Por su parte, Haití sufre una crisis alimentaria exacerbada por la violencia de bandas, con más de 8,400 desplazados internos en crisis alimentaria. Malí enfrenta igualmente vulnerabilidades alimentarias debido a conflictos y altos precios de cereales, con 2,600 personas en riesgo inminente.
El informe también destaca a Yemen, la República Democrática del Congo, Myanmar y Nigeria como regiones que requieren atención urgente. Qu Dongyu enfatiza la importancia de proteger los medios de vida de las comunidades para garantizar la producción de alimentos, incluso en condiciones adversas. Además, se subraya la necesidad de invertir en acciones humanitarias tempranas para prevenir una crisis más profunda.
Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA, añadió que el informe es una «alerta roja» que resalta los lugares donde el hambre está en aumento. Afirmó que, aunque se cuentan con las herramientas y la experiencia necesarias para responder a la crisis, la falta de financiación y acceso limita las posibilidades de salvar vidas. Según McCain, es crucial actuar de manera urgente y sostenida para evitar hambrunas más devastadoras en el futuro.
Fuente: ONU últimas noticias
