Las estrellas de Brasil ausentes ya que el entrenador canarinho prefirió cambiar el sistema a un 4-2-3-1 y muchos jugadores como Kaká y Ronaldinho no acababan de aparecer. Solamente destacar a Ronaldo que fue el único que intentó inquietar a la fortaleza francesa. Aunque fue inutil ya que la zaga gala se mostraba absolutamente infranqueable.
Los galos contaban con Makelele y Vieira, que ejercieron de máquinas de robar y destruir para darle el balón a «el mago Zidane». Éste se encargó de eclipsar a todo el elenco de estrellas que presentaba Brasil ofreciendo un verdadero recital de fútbol digno de ver una y mil veces. ¡Zizou no te retires!. Y por si fuera poco delante de él estaba Henry y un jugador que está causando sensación en este mundial Ribery, que fue el que trajo en jaque a la defensa española con su rapidez y hoy ha vuelto a hacer lo mismo.
En fin, los franceses que todo el mundo los consideraba como un equipo viejo y pasado se han cargado a la selección que mejor fútbol hizo la primera fase (la española), y esta noche han acabado con las aspiraciones ni más ni menos que de los pentacampeones del mundo. Y con toda justicia.
